El rol del asesino
estado leyendo casi toda la noche el libreto que le había enviado Oscar, y sabía las líneas a
que tenía una de las hojas de la puerta doble abiert
. Ven conmi
reguntó Emil, disimu
e. Ha venido cada desastre que mejor ni mencionarl
uenas recomendaciones yo estaría peo
ctores. Un asistente le indicó a Emil por medio de gestos que se acercara. Emil pu
-preguntó
ó con un apre
ho gusto
puedes comenzar con la
unas pocas escenas pero
jo, y se acla
arco continuaba con su vista fija en su móvil. Cuando Emi
Emil. Pasa por a
fuera de la sala, por el pa
e memoria, digamos. Te felicito por tu persistencia. Ahora necesito que le pongas p
muy amable. Voy a
que todavía falta ver a dos chicos más para
rta doble y la cerró detrás de sí. Emil quedó solo por un momento en medio del pasil
n, ven -dijo, moviendo la mano
astró tomándolo de la mano
posibilidades de quedar seleccionado. Mis felicitaciones. ¿Qu
hay novedades al respecto, p
meto que te dejaré libre. ¿Te parece esta noche? Dame tu móvil -dijo, metiendo las
cribir y se
nes -dijo-. He a
nes el mío -
o. Me he hecho una llamada
evolvió l
eto nada
caminar a lo la
*
a, mientras otro de los jóvenes
jo -todavía falta seleccionar los papeles del pa
n bruto en algún lugar. Paci
odavía sigue aquí. Pero el reto será aún mayor pues lo necesitaré para el asesino. Para el
¿estás
o. Necesito que algo
de hombros y se l
Nos costará un dineral más si piensas con
que todavía estuviera dentro de la productora para que Marco no se
*
ya está llamándome y ni siquiera he llegado a casa". Cuando leyó en la pantalla que era Oscar, se
¿qué s
stás lejos? Te nece
. ¿Qué ha pasado? ¿
re ha cambiado de opinión.
. Ambos colgaron el móvil y Oscar se encogió de hombros. Emil se ac
n unas líneas del asesino -dijo Osca
l, caminando a su lad
nos veinte años se estaba rebajando a las ridículas petic
za y Marco hizo un gesto con la mano, desestimando lo
ecesario. Puede retirarse por allí -indicó con una seña-. Ahora,
mil tomó su lugar nuevamente frente a las perso
sobre lo que recordaba del libreto y otro poco de alguna pe
ctitud de antes, mirando su móvil, sólo que esta vez
su actuación, Oscar se
ción que lo que has hecho de memori
se sentía ansioso, sin
*
azas de chocolate caliente. Manipuló la bandeja con cuidado para no derramar la bebida y entró en la habitación
evisión, aburrida,
ir -dijo Emil, y se inclinó con cuidado p
mirar aún a Emil-. Ven, siéntate -agregó, dando unas palmadit
acomodó la bandeja delante de Isa
¿Has conseguido el papel? -pre
o Emil con una so
blado con tu pad
. Oscar me ha felicitado. Ha quedado
entonces. Serás el héroe de la pelí
ecesariamente
ya lo llamo yo... -dijo, y dejó su taza, para
hecho interpretar al héroe y luego
miró y alz
comienzo. He improvisado en la audic
muy bueno -dijo Isabella, tomando n
ortó un trozo de waffle
oy he vis
la mirada bruscam
o a tomar algo
on esa persona después de todo el daño que ha hecho a
ió el rostro con las manos. Emil aca
sonar descortés. No te preocu
-dijo,
rdo, de
sorbiendo por la nariz. Tomó su tenedor y le d
*
odajas de limón, naranja u olivas. Ana ya se encontraba sentada en una de las sillas altas, hablando alegremente con su barman mientras él llenaba su copa, gesticulando e
o y él le hacía un gesto con su cabeza, como sugiriendo que la acompañara. Ana asentía y se levantaba de su silla, tom
, e hizo un gesto al barman para que se acer
na. ¿Cóm
comienza con tu trago y si quieres adelán
u trago. Luego de unos minutos. Ana regresó y se sentó
arecido lo que has podido leer del lib
uieres comer? Todavía no he
siones. Creo que eres una mejor versión de él -dijo, peinando su cabello-. Eres apuesto
quien se acercó a ellos-. Nos ubicaremos en una mesa, estamos li
un mesero para que les acerqu
as -dijo Emil
os acompañó a una mesa vacía, y les entregó la carta. Se sentaron, y antes
amenamente y Emil pidió otra botella d
ce el gin ton
me estoy divirtien
evantando la mano pa
ndo bebidas hasta que se
a otro lugar?
de quie
bitación es amplia y cómoda, te muer
ndose y ofreciendo una mano a Ana
aminar y rieron al atravesa
Ana se adelantó y lo
nos ve entrar juntos. ¿De acuerdo? -dijo A
rdo, apr
erta de la habitación, golpeó y Ana abrió rápidamente. Emil entró y Ana lo besó en los labios. Emil com
*
de la cama, mientras oía los jadeos de placer de Ana, susurrando el nombre de su padre. En la mesa de luz, un portarretratos con una fotografía familiar y otra de Emil en primer plano. Ana, revolcándose con Marco, golpeó l
*
el vestido, mientras oía en
sa? -preguntaba su madre, alterada,
bebé -decí
caminó al baño de la habitación, mientras él mismo se desnudaba, dejando s
Ana se humedeció sobre sus pechos turgentes. Emil
lver a casa después de
o de Ana con ambas man
frente a nuestro hijo? ¿De v
con ambas manos, sujetándola con intensidad mientras ella lo besaba, y dándose cuenta que la
gritaba su madre, mientra
po sin vida de repente comenzó a pesar demasiado en sus brazos. Buscó el pulso en su cuello, pero no lo encontró. Observó el regadero de sangre provocado por el impacto en la cabeza. Colocó a Ana en el suelo de la ducha y s
allas impecablemente blancas y comenzó a repasar todas las superf
a hablarme porque anheláis algo co
modó los tacones de
, compenetrado en el personaje, mientras se movía por la habitación-. En efecto, vuestro dolor llega sólo a ca
r corriendo el agua de la ducha. Limpió sus huellas del grifo con la
mido, sino que estad seguros de que muchas lágrimas he derramado
a del suelo
¡Yo que he resultado nacido de los que no debía, teniendo relaciones con los
e de ambos lados de la puerta con la toalla. Escondió
brigo. Era entrada la madrugada e Isabella dormía plácidamente entre sus sábanas de seda. Se desvistió y tiró la ropa