El Amor Del Magnate
abía aparecido, preparé también unas lonchas de queso, aceitunas y verduras en un plato. No tenía idea de lo que le gustab
o que pensaba. Se sentó a la mesa frente a mí, porque así coloqué los p
ía la esperanza de no hacer el ridículo, como
z baja. Espero que él también me haya deseado buen provecho
hasta me había dicho que me quedara a su lado como si fuera un niño con miedo a estar solo o mejor dicho, un hombre cansa
bos evitamos apartar la mirada de nuestros platos. Pero tuve mucho cuidado con lo que comía, pa
subiendo a su dormitorio. Algo decepcionada de que no hubiera dicho nad
saba con e
X
minar de lavar los platos, cuando escuché que un auto entraba al patio. Primero mir
staba sonriendo radiantemente, y viéndolo así, con el cabello ligeramente despeinado y vestido con un chándal, tenía que reconocer que era guapo y las chicas claramen
inclinó torpemente, hacién
! ¡Me alegr
ó, pasando junto a
n la casa y tú eres el tipo con el
eso?- resopló, llevándola a
bromeand
el aparador y s
otras razones?-
eteo, no era estúpida
vía- me reí, acercándome y golpeándolo
nclinó sobre la mesa, sacando una cacerola llena de galletas casera
orme. Tomé la cacerola y la abrí con impaciencia, sacando una que parecía una nuez. La
vi que me miraba r
uien le gustan mu
¿Hay también una oca
en el mostrador. Su mirada insistente y
go dulce después de toda
e él, no pude ver ninguna malicia y odio en sus ojos. Parecía bastante enojado o incluso decepciona
sencillo, pero tampoco parecía tan difícil. Para demostrar que entendía el arte de hacer fuego, me d
a de cama con emoticones en Fac
tro leño en la pequeña chimenea, comenzando a
ea, Celia
í de hombros, todavía tratando de controlar
mí con paso confiado- Quizás algún
me calmé cuando vi que se estaba divirtiendo a mi costa. De hecho, estaba coqueteando en
de creer- dije, mi
tomó a
me senté en el borde de mi cama, sintiéndome un poco culpable. Sabía que la curiosidad crecería
A veces tenía la extraña impresión de que se odiaba a sí mismo. Bueno, yo no lo odiaba, y no tenía la conciencia muy libre y tranquil
aldito o
rápido. ¿Cuándo me acostumbraré a esto? ¿Cuándo dejaré de pasar por todas las emociones y el calor cuando sé
Seguí adelante, suspirando cuando vi que no había hecho nada por encender el fuego, lo cual fue un fastidio para mí, ya que tuve q
i mirada allí instintivamente, sin pensar por un momento en lo que iba a ver. ¿Quién hubiera pensado que s
inclinado y mirándolo con los ojos m
rse antes de que vol
ra la toalla, revelándolo completamente d
ró del brazo para levantarme. Atrapé mi labio inferior entre mis dientes porque su agarre era
Sus labios estaban presionados en una línea recta. Músculos tensos. Esperaba que no me
?- gruñó en mi cara, y el impacto me
Parpadeé mucho, comp
re encuentras razones, no me dejas en paz...- continuó gruñendo, solo que esta vez acercó s
l. Esto le ganó a todo, incl
ente roja, porque sentía un calor específico tambien en esa parte, pero todo era mucho
rasco su rostro y se deslizó en el hueco d
en el rabillo de mis ojos. Puse mis manos en su pecho y lo sentí sonreír cont
abajo tan sensualmente como pude. Sentí
in piedad su virilidad a través del material y apreté con fuerza, obligándolo a dar un paso atrás, gim
eza hacia mí, lanzándome una mirada que claramen
Estás loca?- rugió, logrando sacarme una
e te hayan hecho caso- dije, moviéndome hacia la puerta, temblando