La elegida del señor Lombardi
#3 LA
omo el
omo el
s el
icia
ente, mi peor enemigo es mi mente, éste no me deja vivir en pa
ar que todo esté aquí para empezar con los preparativos, dos días de compra y hoy es el día. Mamá no se ha
loj de mi muñeca y lu
la obra
ez, se siente agotador aunque no lo es. Luego de tener el jardín listo, las
e relajarse -me dice una de las
textear un poco con Lenin, luego de un rato bajo y al escuc
al que me deja ver
nto mis manos y sonrío satisfecha, mi padre no podía negar que no soy buena o
ma una de las chicas de se
te para estar frent
pregunto miránd
di está aquí -me
ndo lo vea, ¿en serio pedirá la mano de mi hermana? Por más que intenté de convencerla de que no podía ir por la vida casándose así p
ellera y la dejo sobre mi hombro. Me armo de valor y abro la puerta, mi madre dice que debo ser más delicada, suelo se
jado en la puerta, en sus dedos tiene un rosario al qu
reverencia con la cabeza y me alejo de la puerta
toritaria. Y tiene cierta seguridad. Da un paso
extrañamente no aparto la mirada, sé que debería hace
-murmura
re o desea pasar al j
seo ver a su pa
isa, muy falsa por cier
no no me atrevo a mirar si sigue detrás de mí, sus pasos me lo confirman. Si bien lo recuerdo, a él lo conozco de la fiesta
-. Disculpa papá -digo al entrar. -. El señor Lom
parándose de su asiento. -.
diez -le guiño u
. ¿Qué acaso vas a la universidad a apr
o haciéndom
r mis hombros. -Qué va, sólo bro
sta que administrar -le sonrío
la
i, quien me mira de manera extraña, pero que ignoro. Bajo las esc
a llegó? -pregunto estampando
seño
uien esté en la puerta en quince minutos, los invitados s
oy la última ya que soy la organizadora de la fiesta, fue mi i
tinamente siento unas manos en mi cintura causando que
-dice soltánd
se trata y abro los
ué rayos haces aquí?
a él de la cintura. -. Vin
el b
fullo. -. Podrían m
la fiesta como uno más -vuelve a besarme, pero ésta vez con más intensid
vivo -beso sus labios cortamente y lo tomo de los
emos tanto tiempo para decir que lo amo, es un gran chico, só
re las rodillas, no revela más que mis hombros desnudos, no es tan ajustado por lo que no se me complicará caminar deprisa, mis tacos son
de salir al jardín, en el camino me encuentro
z de mi madre y la b
gesto de niña pequeña sacu
e g
estuvieras más sexy -ambas n
reso -l
torear las cosas cuando en realidad quería asegurarme
ñor Lombardi, le sonrío para continuar de largo, éste m
entiendo nada por lo que me apresuro en acercarme pero veo a mi hermana salir corriendo hacia la c
etrás d
detenga pero ella sube las esca
pregunto pisánd
rina -orde
onmigo -
a ti! -grita, y se adentra a su habit
uiere
ceño fruncido, sin pod
UIERE