¿Te quedas conmigo? Princesa y esposa por contrato.
Hamilton, siempre conseguía lo que quería, pero aquella detestable mujer no solo había apa
os tres meses, ahora solo debía mantener a Erick a raya, mientras él no abriera la boca, to
a costado la fiesta donde anunciarían su compromiso junto a Aiden, pero no era algo irremediable, Erick, por otro lado, él muy desvergonzado, había comenzado a pens
de hace tres años hacía dejado heridas profundas en su prometido, y su rencor no era algo para tomar a la ligera, de otra
ró la pantalla y gruñó hastiada, pasando una mano por su larga cabellera rubia, se acomodó e
tro lado de la línea, era tan emp
u mejor versión de dulce y melodio
a sido el mejor amigo desde la infanc
ntrales petroleras, son una molestia - dijo hastiado,- No
a y falsa, pero el tonto de Er
ó, por supuesto, Erick no tenía por qué enterarse de que había estado en l
estido -dijo el otro -¿Ha
sabía por supuesto lo que venía, Erick llevaba años queriendo lo mismo, el pob
buena persona, un amigo leal, lamentablemente se había enamorado de la mujer equivocada -Aiden todavía piensa que se comprometerá contigo, inclus
ensó Amelia hacien
cil, si lo fuera ¿No crees que y
es? -pre
o puedo simplemente enviar todo el trabajo de Aiden a la basura, no es justo...- Ambos sabían todo lo que habí
ndo a la perfección
de la línea con un tono lleno de comprensión -Conozco
dame algo de tiemp
un poco más -Dijo finalmente Erick, resignado- Po
dido hablar con él aún -min
blar con Aiden- dijo Erick- Estoy preocupado por él. ¿Quién les h
ruinar las relaciones económicas, las negociaciones entre Campbell y Hamilton, las dos empresas más grandes del rubro logístico comercial. Mientras Campbell tenía la delantera en poder en lo qu
o me extrañaría que hubiera sido aquella mujer.
uirió Erick al otro lado
qué
Aiden a salir de aquel horrendo matrimon
amor!- contestó ella sim
si necesi
ella y luego de algunas pala
o de su esposo, molesta e indignada luego de haberla tironeado y sacado a rastras de la c
a de satín verde esmeralda, corto hasta las rodillas y abierto en los costados hasta el muslo, la tela se ajustaba suavemente a su esbelta y delicada figura con alevosía, un generoso escote en V con un delicado toque de encaje sobre el borde y encima, ella siempre usaba una bata a juego abierta, descalza y su maravillosa m
u voz era una cuchilla filosa y cruel -
o para verle cuando habló-¿Cómo es que yo te he humillado a ti? ¿No fui
ndo, ¿Cómo se atrevía a cuestionarlo?- Apareces en la fiesta donde anunciaremos nuestro compromiso, estaba toda
ién fui embaucada en esto!, ¡No vine a Londres para tratar de casarme contigo!, ¡Ni siquiera esperaba volver a verte en mi vida! - Exclamó ella dejándolo estupefacto, una parte de él entendió, que
ima reputación deja mucho que dese
ijera de ella, estaba acostumbrada, pero que ÉL la tratara como una cualquiera... Simplemente lo sentía imperdonable. Rossette no había t
a pizca de duda o mentira en su voz o su mirada, Aiden se arrepintió para sus adentro
a esperanza que había perdurado en el fondo de su pecho durante años.
las garras de los celos ardieron en el interio
aún irónico- ¿Esperas que te crea? ¿Despué
una mirada llena de significado, de palabras no dichas y recuerdos hermosos. Sus he
rios actores de la empresa de entretenimiento con la que firmé, si no me crees puedes ir hasta ellos y preguntar, nuestra presencia estaba confirmada hace más de un mes. Recuerdo haber tomado una sola copa de Champán cuando el mesero me la entregó, luego me excusé para ir al baño, me sentí ma
, en el mismo orden, había tomado una sola copa de Champán, luego salió al ba
quello, y la gran mayoría de las veces, aque
ó finalmente, cauto, pese a lo que creía, no podía creer en ella
ó con la
os, pero jamás me habían tratado de drogar o
orio, su verdadero objetivo era yo y mi próxima asociación con los Hamilton. -
ciones que atormentaban su corazón día y noche, pero aquel chico universitario que alguna vez pensó en confesarle todo y ent
rá para saberlo.- dijo finalmente y el orgullo de Aiden gruñó, las garras posesivas que pensaba
uier forma, si nos separamos antes, alertaremos a los malnacidos que nos pusieron aquí y no pienso dejarlo pas
piro, cansad
en esta búsqueda? -pre
ue protegerlo no?- preguntó y una mueca de
. Rossette se quedó ahí, confundida, herida y agotada. Se dejó caer en el sofá más cercano, pasó su mano por la sedosa