El extremo occidental
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ÓMETROS
d y desposeimiento. El bloc para registrar y contar las cosas que pasaran. Todo quedaba reducido a lo esencial: una Triumph Tiger 800 negra, con dos portaequipajes laterales de aluminio que llevaban ropa y libros, utensilios para preparar co
r la costa portuguesa, desde Caminha a Sagres, y
se vuelvan interesantes. No basta con ir a los sitios. Hay que hacer que las cosas ocurran. Hay que busca
ra Mundial era este: «Me senté en una trinchera. Disparé mi ametralladora. Quedé enterrado tras una explosión. Me sacaron de allí medio muerto». Sólo años después comprendió, leyendo libr
verano no constituye propiamente un reportaje de guerra, pero no por eso nos entregaremos a la
para la revista 2, suplemento del periódico Público. Pero me sucedió, de la misma manera que al combatiente de Svetlana, que pasaba por las cosas sin
no surgieron todas en ese primer viaje. Algunas son posteriores y otras anteriores, dos de ellas fueron el resultado de des
os, se planea por carreteras sinuosas, desiertas o turísticas, entre dunas y pinares, se sube por monta
ido angustiado de las fieras a lo largo de las rejas. Es el gran viaje portugués. Pode