El papá de mi bebé
ería nos separamos, volviendo a vernos horas antes que saliera el avión de regreso. Nunca le conté que hice durante los dos días restantes del p
ió sin decir una sola palabra. La verdad no hacían falta, la expresión de su rostro h
cidos por el sueño, completamente desnudos abrazados como dos amantes satisfechos. Entrada la madrugada, d
s lo que había hecho, el redondo desnudo trasero de a mi
avergonzada, por haber tenido
reviviendo el divino placer de estar entre sus brazos. Sin embargo, pensé que lo mejor era no estar allí c
dejarlo caer y desnudarme sedienta frente a ese papacito. Admito que moría de ganas por be
consérvalos como un maravilloso y preciado recuerdo, a fin de cuentas fue el primer ho
entía una gran melancolía. De camino a mi cuarto, imaginaba que pasaría si me permitía darme la oportunidad de conocerlo, de dejarlo entrar a mi vida más allá que a entre
Azucena diciéndome que había conocido a un apuesto italiano que la había invitado a pa
an por allá - Fue mi reacción inicial, luego me di cuenta qu
sol entraban por el balcón así que pensé en darme una ducha y bajar a la piscina. Nunca tuve miedo de encontrarlo por los pasillos
pinta, busque mis bellos lentes de sol. Me veía espectacular, no es por nada pero mis curvas son hermosas. Parada frente al espejo, pensé que de pronto era demasia
barra que estaba decorada con muchas frutas tropicales y arreglos de flores, que combinaban excelente con el bello día que estaba iniciando. Qu
por ocultar grandes sentimientos, al menos eso fue lo que me transmitió al verlo. Mientras comía lo observé por largo rato,
que me motivo a ir en su auxilio, era como si una voz interna me dijera que era
ado? - Sonreí y haland
como de unos 38 años, usaba lentes correctivos su cabello reflejaba algunas canas y su piel estaba roja por el sol. Podría deci
... Si quieres
no importunarte... Es q
guna molestia. Y te entiendo
a cuesta del que no se sentía cómodo para hablar y siendo una extraña, no era nadie para preguntarle. Pero es
erdad viniste a este paraíso en viaje
uena, pero así soy yo. Solamente vivo
mpleta soledad a quien le daba igual estar en medio un sueño caribeño, igualmente parecía vacío. Por esa razón, de
i también... ¡Uff si te contara! Pero no creo que venga al caso hablar
no le había dicho ni su nombre le estuviera ofreciendo unas vacaciones, seguramente debí verme como la más bar
ecer una loca, pero no lo soy; te pregunt
espondió
o del día para ti ¿O ya ti
, mi vuelo es
os. Personalmente me encargaré de borrar esa expresión
tonces porque no cambiar también de identidad; parecía simple sin mayores complicaciones, solo d
o gusto, mi n
ese lado entendí sus balbuceos, pero a pesar de sus titubeos, decidió quedarse y hacer lo que le sugerí. Debo confesar, que no sabía por dónde iniciar
rio de temas de conversación. Lo primero que hicimos fue pedir unas piñas coladas y realizar una larga ca
ropia empresa de marketing..
o... - Ahí estaba otra vez
a salvo conmigo, palabra de honor - coloqué que mis manos en p
sonrojé con su cumplido, pues era la primera vez qu
me ha sacado ese lado, tal vez sea la bue
n los pocos minutos que llevamos de conocernos he visto que eres una muj
es un hombre había puesto tanta atención en mí, sin que se lo pidiera, es más me atrevería a decir que sin esperar nada a camb
Dije jugando con el agua en la orilla - ¿Qué es lo que no t
n sobria pero al mismo tiempo intensa, como si el paisaje de alguna manera exteriori
o es simple, una vida de soledad, en la que he ca
o con el trabajo, pero no me pareció que lo dijera en ese sentido, más bien h
también en mi caso, que lucía muy parecido al suyo. Continuamos nuestro recorrido por la playa hasta llegar al malecón, hablábam
Azucena interrumpió de golpe mi relato - La preg
d, puedes esperar a que
orta, o sea te acostaste o no, con
sobre Luis porque sabía que no lo entendería, pero bueno, ya estaba no ib
o más tierno que jamás haya tenido, nos despedimo
posibles padres parece ese bebé que llevas dentro
a miranda de mi amiga, como un criminal que se ve acorralado con una con
usiste esa cara? Cándida Ruiz
antalón, estaba muy nerviosa por proseguir con mi relato, pero h
tres los posibles