Las enseñanzas del CEO
uedo ten
palabras las que acabar
es posible-murmu
s si la había embarazado?» s
es así, me hice un exa
o lo entiende!-Victor
i querías dinero hubieses podid
muchacha de inmediato-. Estoy metida e
onrió con
su vientre plano-. En vez de estar perdiendo el tiempo conm
asombrada, pero más que todo decepcionada. Sintiendo qu
empresa, externamente no parecía verse muy diferente de como había entrado hacia unos meses atrás, la diferencia estaba en s
epc
r parte de Massimo, pero ninguna como esa. Tal vez en un inicio se asustaría un poco y luego comprendería que habí
tó la chica sin tener una res
xtenso, profundo, que la llevaba como una corriente sin rumbo. Abandonada, e
entrado en la habitación y la había en
trabajo-dijo par
verás que encon
encontrar un nuevo trabajo, sino también l
al niño,
lta a aquel asunto y se durmió. Fue un s
mochila que había dispuesto sobre su cama. Había contactado a su amiga Samantha, para
padres eran dueños de algunos negocios, pero ella era demasiado holgazana como para querer trabajar con ellos. La chica solía desprenderse de las responsabilidade
espalda y con una sonrisa se despidió de su abuela. La mujer mayor notó aquellos ojos hinchados, p
ves fatal,
oria
todo, pero va
cidad. Samantha podía notar la urgencia de Victoria
ron a nadar. Siendo sumergida en aquella apacible marea, Victoria se r
sta, luego de haber escuchado toda
firmó V
onces, ¿q
e más complicad
abla ya-la ur
podía tener hijos,
¿Q
tar recordar sus palabras y lo duras que habían sido, con ese simple recuerdo
écil!-explo
a asintió
as hace
o que
nstancias, tal vez lo
. «¿Sería capaz de abortar a ese niño?» la preg
ar una decisión de esa m
tipo te
en con resignación-. Pero este niño
n sus propios pensamientos. Luego de aquello, decidieron no
buena idea pasar por un restaurant aledaño. El auto se
tó-dijo
inesperado sucedió. Victoria vio en cámara lenta como Massimo ingresaba al lugar e
corazón de la castaña sintiera una punzada. Victoria aparto rápidamen
o quiero es
é? ¿No te gus
, Samantha
como siempre se dio dé cuent
acaso ése
ria a
partirle la cara en
tha, no va
es en busca de aquel que se había atrevido a romperle el corazón a su amiga, pero no era eso lo único que ese indiv