Be brave
de la universidad. Era su primer a
ás los libros de artes a su pecho. Su corazón le
tiempo para los de su signo y que conocería al que podía ser el amor de su vida. Eso le emocionaba. No era que nunca hubiera tenido
rotos. Pero sentía que sería diferente ese año. Iba a dar todo de sí. Adem
madu
na camisa a cuadros manga larga, para que el tatuaje que se había h
había decidido que quería un tatuaje mucho más grand
pero Lucca no le tomó mucha atención ya q
re de cabello negro. Su ceño estaba fruncido y Lucca rodó los oj
ó, haciendo que casi diera una vuelta de trescie
cca no le provocó ni una pizca de temor o cualquier otro sentimiento. Había aprendido a manejar a aquellos qu
cercándose, hasta que sus pechos se tocaron. Lucca n
e q
estorbabas y
del chico y escupió: "A mí no me importa lo
or la sorpresa, y luego volvió a retomar aquel
e imp
cca haciéndolo hacer una mueca y segun
Lucca furioso por lo que había hecho. "¡Ademá
su tono de voz "¡Y lamento no saber que ten
etras en una de sus clavículas. Por inercia acercó uno de sus dedos allí y to
ra vez" siseó acom
o quería ver el tat
l muchacho tomó su labio inferior
por eso Andrew le estaba dejando ser su aprendiz, p
uisie
Lucca, quien no había podido pasar por alto e
ier otra cosa rara. Pero si quería conocer sus tatuajes. Iba
eer que había demorado más de treinta minutos en llegar allí. No había querido preguntarle a
nes rojos. No era que le gustara mucho que la gente le viera, pero tampoco podía
que lo llevarían directo al escenario. Pudo sentir sus manos temblar, pero tragó saliva y se posicionó en la mitad de este. Miró como tod
más la voz ganándose la atención de un mucha
hermosa y su acompañante sorprendido, sintió los vellos de su cu
os y soltó una pequeña risa seguida de una carcajada, mientras tomaba su celular y comenzaba a grabarlo. Sus planes era
litarse al oír las altas notas del chico y, no pudo evitar pe
a. Miró los alrededores y se encontró al mismo idiota que lo había tratado mal. Estaba
ntó juguetón comenzando
sin siquiera voltear a mirarlo.
us caderas cuando estuvo frente
bías este es un teatro y aquí v
y a seguir encontrándote hasta en mis su
tó la cabeza, y
vad
Qu
ndió mucho más fuerte,
podría conocerlo y por fin ver aquellos tatuajes qu
ó y se acercó a L
a retroceder y pronto su espalda go
s de Lucca y pudo percibir la menta y el cigarr
ca podremos
tionó levantando la ca
no me ca
jó de su cuerpo y cam
mar su mochila, que por un milagro nadie la había robado. Salió y acomodó su camisa pen