Cynthia
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Dark Rainbow
J. L. Guedez
Jake, era un chico normal de 20 años, salvo por la condición de sus ojos negros heredado por su padre, que eran realmente llamativos y otras veces aterrador para algunas personas, condición que no encontraban explicación lógica ni médica.
Su vida da un giro total, luego de que tres desconocidos, en el cual se encontraba una hermosa pelirroja, aparecen en su casa revelándole importantes sucesos sobre la vida de su padre, la explicación del color de sus ojos y la explicación de diferentes situaciones extrañas que ha vivido; de igual forma, seria reclutado a una organización llamada Dark Rainbow donde descubrirá que su poder tiene que ver con uno de los elementos.
Con la práctica diaria iría mejorando sus habilidades, además que comenzaría un idilio con Ariana, pero no todo era color de rosa para él, ya que comenzaría una enemistad con uno de sus compañeros de equipo que podría afectar el rendimiento de todo el grupo.
Luchando juntos, tanto dentro como fuera en una batalla final contra Lucas y sus seguidores, Ariana y Jake dan todo de sí mismos para así terminar con el mal y poder vivir felizmente juntos.
Rey sin trono
Kristal
En los tiempos en el que el mundo estaba envuelto en paradigmas, sátiras, dioses viviendo fuera del Olimpo.
Existía un Rey llamado Ándraco, tenía doce reinos bajo su dominio.
Estos reinos eran unos más exuberante que el otro, tenía sus maravillosas creaciones que no había sido visto en ningún otro lado.
El reino vivía en la prosperidad y la abundancia. Sobré todo porque el Rey Ándraco había sido muy bendecido con sus hijos varones.
Tenía Príncipes y Princesas, se rumoraba que el Rey había procreado más de 14 hijos e hijas, pero nadie había visto al tercero de los hijos.
Habían sabido de su nacimiento, pero nadie lo había visto estar entre el resto de sus hermanos.
Siendo un príncipe, apartado del amor paternal y resto de la familia, al Príncipe lo catalogaron como rechazado, había crecido bajo el cuidado de su institutriz, quien antes había cuidado de su madre la princesa Teya y cuando se casó, continuó a su lado.
El príncipe Bastian había aprendido toda arte de guerra.
Era el mejor en tiro de arco en flechas en movimiento sobre caballos.
Siempre sobresalía en todo cuanto hacía, siendo una persona amable, dedicado, siempre intrépido y valiente.
Hasta que una mañana encontró a un grupo de soldados, entre ellos a dos de los príncipes hermanos suyos, sin saber, entabló una conversación con el príncipe Aren, el mayor de los príncipes, llegando a agradarse mutuamente.
Aunque en un futuro no muy lejano, ellos dos pelearían por el trono y el amor de una princesa.