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GIUSEPPE EL HEREDERO DEL NARCOTRAFICANTE

GIUSEPPE EL HEREDERO DEL NARCOTRAFICANTE

Azahara

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Capítulo

BIANCA Y GIULANO SON UNA PAREJA QUE HAN TENIDO MUCHAS COMPLICACIONES, PERO EL AMOR PUDO CON TODO, AHORA TIENEN DOS HIJOS, CINTIA Y EL REY PROCLAMADO COMO EL REY DE LOS NARCOTRAFICANTES. ¿SERAS CAPAZ DE SEGUIR CON LA SEGUNDA PARTE DE? GIUSEPPE EL HERDERO DE LOS NARCOTRAFICANTES, QUE SE VERA OBLIGADO A CASARSE CON ARIANNA Y TENER UN HIJO CON ELLA PARA SEGUIR CON LA DINASTIA

Capítulo 1 EL ANIVERSARIO DE MI HERMANA

Acaba de aterrizar el avión en Marbella, vengo desde los Estados Unidos donde he estado varios años estudiando en la mejor universidad, ya que seguramente tendré que hacerme cargo de la empresa de mi padre Renato Salvatore, pues pronto se jubilara y soy la mayor de las dos hermanas ya que mis padres no tienen hijos varones, y me corresponde por derecho aunque no me agrada mucho, seguir con la dinastía de los más peligrosos narcotraficantes de Sicilia.

Desde los estados unidos, he subido a un avión para ir a Marbella en vez de irme a mi casa de Sicilia, porque en esta bella ciudad, es donde se va a celebrar el aniversario de mi hermana pequeña Carlota que cumple dieciséis años, ya que ese fue su deseo y aunque mi familia proviene de Capos de la droga muy importantes, para mis padres sus dos hijas prevalecen por encima de sus negocios o eso pensaba hasta ahora.

— ¿Ha tenido un buen viaje, señorita Salvatore? — me pregunto el chofer de mi padre cuando me acerque hasta la limusina

— Si Ivan gracias, un poco largo y cansado, pero todo bien — le dije, sentandome después dentro del vehículo

Cuando el chofer guardo mi equipaje en el maletero, se sentó en el asiento del conductor marchandonos del aeropuerto hasta el hotel donde estaban hospedados mis padres y mi hermana. Cuando ya se paró la limusina en la misma puerta del hotel, el chofer me abrió la puerta bajandome para entrar en el famoso hotel, recibiendome el director con una sonrisa falsa en sus labios

— Bienvenida señorita Salvatore, déjeme que le acompañe hasta la suite donde se hospeda su familia — me dijo haciendo que lo siguiera hasta la zona de los ascensores, al llegar, toco a la puerta de la suite abriendo mi nana Nerina, abrazandonos las dos con alegría, ya que hacía mucho tiempo que no nos veíamos

— Mi niña ya estas aqui, tus padres están deseando verte, estan en el salón — me dijo

Al entrar en el salón mi hermana corrió hacia donde yo estaba abrazandonos las dos

— Que bien que ya hayas llegado Adrianna, va a ser una celebración muy importante para mi y temía que no vinieras — me dijo mi hermana Carlota

— Estas tonta, ¿cómo no iba a venir a tu aniversario? eres mi hermana pequeña — le respondí

— Y la única hermana que tienes — me dijo riendo las dos

— Hola hija ¿qué tal el viaje? — preguntó mi padre acercándose a mi

— Muchas horas de vuelo papa, pero ya estoy aquí como ves — le dije, dándonos un abrazo y un beso después

— Bienvenida cariño, te hemos echado mucho de menos hija, pero como tu bien dices, ya estas de vuelta con nosotros — me dijo mi madre mientras besaba mi frente

— Yo también os he echado de menos mama, pero ya estoy con vosotros y no pienso volver a marcharme — le dije

Una vez que salude a mi familia, me disculpe con ellos para entrar en el cuarto de baño y darme una ducha, ya que fue muy largo el vuelo y necesitaba relajarme debajo de los chorros del agua, una vez que termine, me puse un albornoz y volví a la suite , me fui hacia la terraza donde estaban sentados mis padres y mi hermana, sentándome yo tambien en la silla que había

—- Bueno decirme a qué hora va a ser la fiesta? — pregunté

— A las ocho, ahora mismo están terminando los trabajadores del hotel la preparación de la sala donde se va a celebrar, si quieres puedes descansar un poco, yo te avisare cuando se acerque la hora — me dijo mi madre

— Perdone señor Renato, uno de sus hombres quiere hablar con usted — dijo mi nana

— Hazle pasar aquí nana, no importa que estemos desayunando, sabes que todos mis hombres son de mi absoluta confianza — le respondió mi padre, marchandose seguidamente mi nana

— Papa, tus sicarios serán de confianza, pero debes tener cuidado y no ser condescendiente — le dije

— Bobadas Arianna, me han servido siempre y para mi son mi familia — me respondió

— Buenos días señor Salvatore, señorita Arianna que sorpresa verla de nuevo con nosotros — me dijo

— Gracias Carlo, ya estaba deseando volver con los míos — le conteste, viendo la forma de mirarme ya que desde que éramos niños Carlo y yo, siempre ha tenido él ese brillo en sus ojos cuando nos mirabamos a los ojos

— ¿Qué pasa Carlo? ¿Algún problema? —- preguntó mi padre

— No señor, venía a decirle que, los señores de Capri y su hijo Giuseppe ya están en el hotel, y el señor Giulano le espera dentro de dos horas en su suite — dijo Carlo

— Gracias Carlo, tú vendrás conmigo, aunque Giuliano Capri y yo somos amigos desde hace años, no me fio mucho — dijo mi padre

— ¿Giulano Capri, de qué me suena ese apellido papa? — pregunte a mi padre, fijandome como mi madre bajaba su mirada al suelo

— Hija los de Capri son gente muy importante en nuestro negocio y muy influyentes, cuando tu nacistes Giulano y yo hicimos un pacto y seguramente será de lo que ahora quiere que hablemos — me dijo

— ¿Qué pacto papá? ¿no habrás sido capaz de venderme a su hijo Giuseppe? — pregunte

— No por dios, pero si que te casarías con su hijo Giuseppe cuando acabaras tus estudios — me dijo mi padre dejándome estupefacta

— Lo estarás diciendo de broma ¿no? porque en mis planes ahora no entra el matrimonio y menos con un desconocido — le dije

— Hija, yo me case con tu padre también por un pacto que hizo mi padre con su padre, pero el tiempo trae el amor en una pareja — me dijo mi madre

— Mama no estamos en la edad media, y lo que me estáis diciendo es un absurdo para mi — le dije

— Arianna hija, nunca te he impuesto nada, pero esta boda se tiene que celebrar y esta noche en la fiesta de tu hermana se comunicara tu compromiso con el hijo de los Capri — me dijo mi padre

— Pues lo siento papá, pero yo no asistiré a esa celebración, no me vas a imponer un matrimonio que no deseo, lo siento — le dije levantándome muy enfadada de la silla donde estaba sentada, entrando en la suite

— Arianna ven aquí ahora mismo — me gritó mi padre, pero hice caso omiso a su palabras.dirigiéndome hacia donde estaba mi nana

— Tranquila mi niña, sabes que siempre estaré a tu lado — me dijo mi nana

— Necesito salir de aquí, voy a vestirme ¿me ayudas nana? mi ropa esta en mi equipaje — le dije

Una vez que ya estaba vestida, me peine y me pinte la cara un poco, me marché de la suite hacia la zona de los ascensores, cuando llegue al hall del hotel, tropecé con un hombre rodeándome el mi cintura con su brazo evitando que me cayera al suelo, cuando ya estaba de pie a su lado, me quede con la boca abierta viendo esa sonrisa ladina en sus carnosos labios, fijandome también en unos preciosos ojos azules como el cielo y las grandes pestañas que tenia, viendo como me miraba sorprendido riendo

— ¿Estás bien? — me pregunto, pero su acento no parecía italiano sino más bien americano

— Si gracias por no dejar que me caiga al suelo — le dije tartamudeando,

El hombre se apartó un poco de mi mientras se lamía los labios y sus ojos bajaban hacia mis pechos, subiendo seguidamente a mi cara. Lo mire sonriendo pero mi mente se quedo completamente en blanco ante tal acción inesperada por mi parte

—- ¿Me dejas invitarte a una copa? — me pregunto

— ¿No crees que es muy pronto para tomar una copa? además lo siento mucho, pero necesito salir de aquí — le dije intentando marchar de aquel lugar, pero escuche la voz de Carlo llamándome

— Señorita Salvatore, su madre la necesita en la suite, es algo urgente me ha dicho — me dijo Carlo

— ¿Salvatore, mmm? encantado de conocerla yo me llamo Giuseppe di Capri — me dijo aquel hombre, dejandome inmovil sintiendo como mi cara me ardía de vergüenza

— Encantada, pero ahora perdóneme, mi madre me necesita — le dije marchandome hacia donde estaban los ascensores acompañada de Carlo

Carlo y yo subimos en el ascensor, bajandonos donde estaba la suite, entre viendo a mi madre cabizbaja sentada en el gran sofá que allí había. Me acerque hasta ella sentándome a su lado, cogiendo su mano

— ¿Qué pasa mamá?¿Tienes algo que decirme? — pregunte

— Arianna hija, aunque tu padre no quiere que nadie lo sepa, creo que te corresponde a ti como heredera saber que, a tu padre no le queda mucho tiempo de vida, ahora a ido a hablar con el padre de Giuseppe para ver si puede romper ese pacto, porque tu padre te ama y lo último que quiere es verte sufrir a ti — me dijo

— ¿Desde cuándo lo sabéis? tiene que haber tratamientos para lo que papá tenga — le dije

— Ya no se puede hacer nada Arianna, está muy adelantado y no le queda mucho tiempo ya — me dijo mi madre viendo sus mejillas mojadas por sus lágrimas

Abrace a mi madre tan fuerte que creía que le iba a hacer daño, apartandome de ella unos centímetros cuando vimos entrar a mi padre en la suite, acercándose a donde mi madre y yo estábamos

— Lo siento hija, lo he intentado pero si no hay boda nos declarara la guerra por el poder — me dijo mi padre muy abatido

— No te preocupes ahora por eso papa, ademas no esta tan mal su hijo, nos hemos conocido en el hall del hotel cuando yo me marchaba, ahora tenemos que pensar en mi hermana para que este dia sea el más feliz para ella, —- les dije viendo cómo cambian mis padres el semblante de sus caras

Cerca de la hora de la celebracion, mi hermana se vistio con un precioso vestido largo de color purpura, siendo la peluquera la que le recogio el precioso pelo color rubio que tenia en un precioso moño, poniendo una especie de diadema con pedreria, yo me deje el pelo suelto, vistiendome con un vestido largo tambien, color turquesa con el escote de barco, cayendo por mis hombros, me pinte la cara con colores suaves, cogi mi bolso de mano, marchandonos mis padres, mi hermana y yo hacia la sala rosa del hotel donde se iba a celebrar el aniversario de mi hermana. Cuando entramos en la sala, rodó por mi mejilla una lágrima cuando mire a mi padre, viendo lo emocionado que estaba y entrando en la sala con mi hermana pequeña cogida a su brazo, sabiendo que esa sería seguramente la última vez que disfrutaría del aniversario de una de sus hijas. Mi madre y yo entramos detrás de ellos acercándose a nosotros unos hombres con sus parejas muy bien vestidos con trajes muy caros.felicitando a mi hermana ofreciendole los regalos que traían para ella, fijándome en la cara de felicidad que tenían mi padre y mi hermana

—- Arianna, estas aqui — escuche a una de mis amigas sorprendiendome

— ¿Pero, qué hacéis vosotras dos aquí? que sorpresa — les respondí

— No podíamos faltar al cumpleaños de tu hermana, pero vamos al jardín tienes un montón de cosas que contarnos — me dijeron mis amigas Paola y Stefania,cogiendose cada una de mis brazos

— Perdonen señoritas, ¿me cedería este baile Arianna? — me pregunto Giuliano

— Lo siento, pero ahora mismo deseo estar con mis amigas, tal vez luego — le dije marchandonos las tres hacia los jardines

No se cuanto tiempo estuvimos las tres en los jardines, hablando y riendo cuando vimos como se acercaba mi madre a donde nos encontrábamos las tres amigas

— Arianna, vamos dentro de la sala, tu padre va a decir unas palabras antes de que tu hermana apague las velas — nos dijo, entrando las cuatro en la sala, poniéndonos mi madre y yo al lado de mi padre

Cuando mi padre iba a hablar, se me puso la piel erizada viendo el respeto que le tenía todos los invitados, ya que mientras decía su discurso hubo un silencio sepulcral en la sala, cambiando a aplausos y felicitaciones cuando mi padre terminó de decir su discurso, soplando mi hermana las velas mientras todos cantábamos aquello de Happy birthday. Una vez que se apagaron las velas, vi como se acercaba un hombre alto de pelo negro acompañado por Giuseppe a donde estaba mi padre.

—- Señoras y señores, me complace anunciarles aprovechando que es el aniversario de esta bella joven, el compromiso oficial de mi hijo Giuseppe con la señorita Arianna, espero hijos que seáis felices — dijo aquel hombre suponiendo que sería Giulano, el padre de Giuseppe

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