La Miserable E Igonorante Esmeralda

La Miserable E Igonorante Esmeralda

Gavin

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La música vibraba en mis pies, pero el eco de mis deudas resonaba más fuerte; Ricardo, el heredero de Ciudad Esmeralda, me trataba como un objeto más en su fiesta de cumpleaños, un préstamo envuelto en seda roja. Entonces, el vino tinto se derramó sobre mi vestido, una humillación púbica orquestada por él, exigiendo que limpiara de rodillas, justo cuando vi a Diego, el hombre que me prometió amor eterno, sonriendo burlonamente desde la distancia. En ese instante, la Esmeralda ingenua que soñaba con jardines murió; mi madre en la cárcel por un crimen ajeno, mi padre en la ruina, y yo, vendiéndome al mejor postor para apenas sobrevivir. ¿Cómo pudo Diego, mi ancla, el hombre que desapareció sin dejar rastro justo cuando mi mundo se derrumbaba, atreverse a juzgar mi desesperación, mi forzada supervivencia? Cuatro años de infierno después, nuestra confrontación en el baño de lujo fue el catalizador: Diego confesó su cobardía, su huida, pero también su amor, mientras yo le mostraba la cruda verdad de mi familia y la red de corrupción que nos ataba; me ofreció una alianza, un plan arriesgado para usar a Ricardo contra su propio padre, con una meta clara: hacer que Ricardo se enamorara de mí de verdad, para luego traicionarlo y liberar a mi madre, costara lo que costara.

Introducción

La música vibraba en mis pies, pero el eco de mis deudas resonaba más fuerte; Ricardo, el heredero de Ciudad Esmeralda, me trataba como un objeto más en su fiesta de cumpleaños, un préstamo envuelto en seda roja.

Entonces, el vino tinto se derramó sobre mi vestido, una humillación púbica orquestada por él, exigiendo que limpiara de rodillas, justo cuando vi a Diego, el hombre que me prometió amor eterno, sonriendo burlonamente desde la distancia.

En ese instante, la Esmeralda ingenua que soñaba con jardines murió; mi madre en la cárcel por un crimen ajeno, mi padre en la ruina, y yo, vendiéndome al mejor postor para apenas sobrevivir.

¿Cómo pudo Diego, mi ancla, el hombre que desapareció sin dejar rastro justo cuando mi mundo se derrumbaba, atreverse a juzgar mi desesperación, mi forzada supervivencia?

Cuatro años de infierno después, nuestra confrontación en el baño de lujo fue el catalizador: Diego confesó su cobardía, su huida, pero también su amor, mientras yo le mostraba la cruda verdad de mi familia y la red de corrupción que nos ataba; me ofreció una alianza, un plan arriesgado para usar a Ricardo contra su propio padre, con una meta clara: hacer que Ricardo se enamorara de mí de verdad, para luego traicionarlo y liberar a mi madre, costara lo que costara.

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Tentu, saya akan menambahkan POV (Point of View) ke setiap bab sesuai dengan permintaan Anda, tanpa mengubah format atau konten lainnya. Gabriela POV: Durante cinco años crié al hijo de mi esposo como si fuera mío, pero cuando su ex regresó, el niño me gritó que me odiaba y que prefería a su "tía Estrella". Leandro me dejó tirada y sangrando en un estacionamiento tras un accidente, solo para correr a consolar a su amante por un fingido dolor de cabeza. Entendí que mi tiempo había acabado, así que firmé la renuncia total a la custodia y desaparecí de sus vidas para siempre. Para salvar la imprenta de mi padre, acepté ser la esposa por contrato del magnate Leandro Angulo. Fui su sombra, la madre sustituta perfecta para Yeray y la esposa invisible que mantenía su mansión en orden. Pero bastó que Estrella, la actriz que lo abandonó años atrás, chasqueara los dedos para que ellos me borraran del mapa. Me humillaron en público, me despreciaron en mi propia casa y me hicieron sentir que mis cinco años de amor no valían nada. Incluso cuando Estrella me empujó por las escaleras, Leandro solo tuvo ojos para ella. Harta de ser el sacrificio, les dejé los papeles firmados y me marché sin mirar atrás. Años después, cuando me convertí en una autora famosa y feliz, Leandro vino a suplicar perdón de rodillas. Fue entonces cuando descubrió la verdad que lo destrozaría: nuestro matrimonio nunca fue legal y yo ya no le pertenecía.

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