Login to MoboReader
icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
El secreto de Las Hadas

El secreto de Las Hadas

AA9890

5.0
calificaciones
196
Vistas
12
Capítulo

Un disparo, dos disparos, tres disparos. La cantidad no importa si no disparas en el lugar apropiado. La bala que nos tocará será la peor de todas. No es amor, no es pasión. No es felicidad, ni es paz. La bala que nos tocará será la peor de todas. Porque ninguno sabra qué es, ninguno sabrá cómo llegó, y ninguno sabrá cómo nos impactó. Solo sabremos que después de esa bala, el resultado será el peor de todos. Porque no vamos a morir. No vamos a llorar. No vamos a sentir. No habrá nada... solamente caos y en medio del caos, surgirán los peores demonios... Esos que estuvieron en lo oculto. Esos que estuvieron encarcelados. Esos que ni sabíamos que existían, y que ahora están liberados con un solo fin. La destrucción entre ellos mismos.

Capítulo 1 Buenas noches, Nadia

Nadia,

Teatro Nacional, Estambul Turquía

La presentación va de maravilla, los movimientos sincronizados, los saltos, las maniobras y la preciosa pieza de Frédéric Chopin, Waltz No.19 in A minor sonando de fondo, dejan a mi vista el más hermoso de los espectáculos de ballet clásico que haya visto en toda mi carrera como directora.

El acto casi está por culminar y salgo de la estancia con dirección al tocador a la vez que el maestro de ceremonia se hace del escenario. En este momento darán paso a lo que cada invitado esta noche ha esperado.

Cuando llego al tocador, me observo en el espejo a la vez que escucho al maestro de ceremonias dar su discurso final, para entregar el premio de la noche.

-La liga mayor de Las Hadas en Turquía, es la que más premios y reconocimientos ha recibido de todas las demás ligas, estas chicas han puesto todo su esfuerzo y empeño en su carrera, y han demostrado de todas las maneras posibles que son dignas merecedoras de su éxito, pero, el reconocimiento también se lo ha de llevar su talentosa entrenadora. Sus premios a mejor coreógrafa, entrenadora física, productora de música y el premio a la coreografía más estética y clásica del año pasado, demuestran sin duda alguna que ser la directora de este increíble grupo de chicas se lo ha ganado con mucho esfuerzo y trabajo duro, y le da todo el maldito derecho del mundo para autodenominarse la mejor profesional en el área y al que diga lo contrario le pego un tiro, con ustedes Nadia Özdemir -Termino mi mini discurso frente al espejo del baño y me celebro como fanática de rock en pleno concierto.

»La verdad es que, cada ceremonia, premio, reconocimiento, van aumentando mi ego en un nivel tan alto, del cual no estoy dispuesta a bajar, así que realmente se puede decir que los culpables de esta característica de mi hermosa personalidad son los que entregan los premios ¿cierto? -le pregunto a mi hermoso reflejo -. Nah, ese también es mérito mío por mi increíble talento y profesionalismo.

-Con ustedes, Nadia Özdemir -Suena la voz del maestro en uno de los altavoces del baño. Me miro al espejo y admiro mi maravilloso aspecto, el vestido dorado de tirantes que llega al suelo con un abierto en el lateral izquierdo, los tacones del mismo color, el cabello recogido en un moño alto y el juego de sombras oscuras que detallan y perfilan mi cara, me hacen ver como la maldita diosa afrodita bajada del Olimpo -¿Señorita Nadia? -habla el maestro de ceremonias nuevamente, lo que me hace sonreír al espejo y salir del baño rumbo al escenario a recibir mi premio a la mejor directora de Arte Clásico del año 2023.

Mientras subo al escenario, toda la audiencia se pone de pie y hace una ovación como si entrase la mismísima reina de Inglaterra. Camino recta y decidida, con la mejor de las sonrisas en el rostro hacia donde está el maestro y la chica con el trofeo en mano, listo para ser entregado. Saludo a las personas que están a mi lado y subo a la pequeña tarima donde se encuentra el micrófono.

-Buenas noches a todos -digo, mientras miro al público buscando a mi hermana con la mirada, hasta que la encuentro sentada a la derecha de la primera fila-. Les quiero dar las gracias por este gran honor, la verdad es que la competencia estuvo reñida -comento llevándome la mano al pecho en un gesto falso de sentimentalismo, y toda la audiencia suelta una carcajada por lo sarcástico de mi comentario, ya que el evento fue organizado para rendir tributo a Las Hadas -. Lo cierto es que no hay mucho que decir, estas chicas han dado lo mejor de sí en cada paso y si alguien es digo de sostener este premio -digo mirando el trofeo como si fuese una madre orgullosa de sus hijas -. Son mis preciosas Hadas, así que pasen adelante chicas -. Bajo de la pequeña tarima a recibirlas. Mi grupo élite entra al escenario, todas con pasos elegantes y decisivos, tal y como se los enseñé, y la líder de todas, Amelie recibe el premio que le entrego.

-Justo como lo practicamos -le susurro al oído, ella asiente y sube a la pequeña tarima

-Muy buenas noches y gracias a todos ustedes, damas y caballeros por honrarnos con tan espectacular evento - dice y hace una pausa como si estuviese conteniendo las lágrimas, «de verdad tiene talento la chica» -cada una de nosotras tiene una historia difícil -menciona- muchas han sido abandonadas por sus padres, otras maltratadas e incluso expulsadas de sus tierras, pero puedo decir con orgullo que cada una ha aprendido a tomar esas malas experiencias y canalizarlas en algo positivo -cada una de sus palabras son mencionadas con tal sentimentalismo que se lo transmite a los demás a la vez que va secando las falsas lágrimas y un sorbido de nariz que se los juro por Hades, casi me hago en los pantalones dela risa por tremendo espectáculo.

» Por eso, queremos llevarles la misma oportunidad que nosotras hemos tenido, a las jóvenes de Asia, específicamente de Japón, porque últimamente han sufrido muchos ataques violentos y han sido ofendidas y discriminadas por su cultura, así que, sin más, queremos agradecer públicamente a todas las personas que nos han ayudado económicamente, para que ahora la gira de Las Hadas por todo Japón este próximo mes sea posible, muchas gracias a todos.

Amelie termina su discurso y toda la audiencia se levanta en aplausos y el telón se cierra dando por terminada la ceremonia. Todas bajamos del escenario y me quedo con Amelie mientras las demás van a cambiarse.

-Lo hiciste bien niña -le reconozco.

-Muchas gracias señorita Nadia, pero quiero hacerle una pregunta -me mira esperando mi permiso, por lo cual asiento para que prosiga -... ¿Enserio creé que el plan funcione?

Realiza aquella pregunta dejándome en un completo shock y provocando que mi ceño de frunza, antes de preguntarle directamente "¿Cómo dices?" , lo que la hace ponerse un poco nerviosa y mirar a ambos lados antes de preguntar de nuevo.

-Que... em... que si creé que el plan de resultados señorita Nadia- ella se queda estudiando mi mirada perdida e inexpresiva, hasta que vuelvo a mirarla con una leve carcajada, que se convierte en una risa estruendosa y ella se contagia con una risa nerviosa mientras recupero mi postura.

-Mi querida Amelie -digo sonriendo mientras paso mi brazo derecho sobre su hombro y comenzamos a caminar hacia los vestidores -. ¿Alguna vez has visto fallar uno de mis planes? -le pregunto cuando nos detenemos frente a la puerta de los vestidores y sigo sonriendo, mirándola directamente a los ojos levantando las cejas en señal de que espero una respuesta a mi pregunta.

-Pues no señorita -responde, y mi expresión cambia hasta ponerse totalmente seria y malhumorada

-Entonces, ¿por qué me cuestionas? -le pregunto acercándome poco a poco a su cara lo cual la pone sumamente nerviosa y pálida.

-Yo lo... lo siento mucho señorita... de verdad no era mi inten... -intenta disculparse tartamudeando cada vez más, lo cual me desespera y por esto la detengo.

-Shh -la interrumpo haciéndole señales para que se calle y la sujeto por los hombros sutilmente para abrazarla y me acerco a su oído.

»Nunca me cuestiones, querida Amelie -le digo mientras le acaricio el pelo- pero si tantas dudas tienes, de nada me pesa usarte como conejillo de indias, ya sabes, para ver si realmente hay algún fallo de estrategia -le digo y vuelvo a ponerme enfrente de ella mirando como va entrando en pánico con una de mis sonrisas favoritas, «ya saben, esas de las que usan los psicópatas cuando ven a su víctima colapsando por el veneno que le pusieron en la bebida o comida».

-No señorita -responde temblando- de verdad que no es necesario, estoy consciente de sus habilidades y sé que nadie planea estrategias tan excelentes como usted y...

-Sí, sí ya entendí -comento interrumpiendo su crisis nerviosa -no hace falta que utilices el discurso adulador de las víctimas antes de morir, te aseguro que eso incrementa más las ganas de asesino -le digo mientras doy un vistazo por el pasillo

»Ya anda adentro -le ordeno con cara de pocos amigos -¡Ah!- la detengo antes de cruzar el umbral de la puerta- y al patrocinador que se te acerque para preguntar el por qué no se le avisó de la gira por Japón, me lo envías a mí, estaré en el lobby- y sin más, dejo al pobre conejillo respirar, y bajo las escaleras riendo por mis adentros.

Al llegar al lobby, me encuentro con Kenia que me hace señas para que me acerque a la persona con la que está hablando.

-Señor Yılmaz -le habla al señor que tiene al frente -le presento a mi hermana Nadia Özdemir, que como sabe, es la directora de Las Hadas

-Y fundadora -interrumpo sonriendo y estrechando la mano del saco de arrugas que tengo enfrente que me mira con unos ojos de salamandra asquerosos.

«Ya me dieron ganas de vomitar»

-Mucho gusto en conocerlo señor Yılmaz -digo aguantando las arcadas que me produce este señor

-El placer es todo mío, señorita -me responde con esa voz característica de un viejo con el féretro pago.

»Le estaba comentando a su hermana, que hace una semana compré un edificio en Iwaki, y tenía como propósito establecer unas nuevas oficinas para la mejor distribución de mis cosméticos, pero la presentación de sus chicas y ese discurso que expuso una de ellas me dejó muy impresionado y me conmovió bastante. La noticia de su gira por Japón, me llamó aún más la atención, así que quiero proponerle un negocio -comenta mientras nos mira a mí y a Kenia como si tuviese la mejor de las propuestas entre sus manos de viejo asqueroso -yo puedo ofrecerle todo el dinero que les falte para la gira y más, y a cambio quiero que usted personalmente dirija el nuevo instituto de Las Hadas que quiero que inaugure allá en mi nuevo edificio, ¿qué dice? -termina de hablar el elegante señor que tengo en enfrente, y así como si nada las náuseas desaparecen y en cambio surge la más hermosa de las sonrisas la cual me hace mirar a Kenia, que me mira con cara de "que rayos" y yo alzo las cejas en señal de emoción.

-Me parece un negocio excelente -le digo y mi respuesta lo hace sonreír de oreja a oreja- pero hay un pequeño detalle señor. Como sabrá, yo dirijo la institución de Turquía y no puedo dejarla, pero si le parece, le puedo sugerir a la mejor instructora, después de mi claro -mi comentario le hace reír.‐

«Lo que me hace quedar confusa pensando en dónde demonios está el chiste»‐ pero bueno, continúo

»Si quiere toda la información se la paso por correo y así nos mantenemos en contacto, aparte, yo misma estaría con ella en la nueva institución, pero solo por un mes, ¿qué le parece? -le pregunto y parece vacilar un poco pero acepta. Quedamos en seguir en contacto por correo, me despido de ese señor tan simpático.

Kenia y yo nos quedamos unos treinta minutos más en el lobby despidiéndonos de algunos patrocinadores, aceptando felicitaciones y «toda esa mierda», para luego asegurarnos de que todas las chicas estén en sus transportes directo a casa. Finalmente nos subimos al auto con el chofer que nos espera rumbo a casa y activamos el botón que hace aparecer la ventanilla privada de la limusina.

-Todo salió de maravilla, querida Sisi -comenta ella mientras busca una botella de champagne del mini freezer y me pasa las dos copas mientras nos sirve a cada una

-¿Por qué demonios hoy todos andan cuestionando me? -le pregunto mientras alzo una ceja y la copa al mismo tiempo en señal de brindis.

-Cuestionarte jamás sis, ya tenemos la cuartada que necesitábamos para nuestra presencia en Japón -dice chocando copas conmigo

-Y no solo eso niña -respondo quitándome los tacones y doblando las piernas juntas sobre el asiento para quedar frente a ella -es como si el maldito universo nos hubiese sonreído, tenemos todo pago para la gira, es decir que no tendremos que poner un peso, y aparte ese señor tan elegante -pronuncio esto alzando las cejas y sonriendo, lo que provoca que Kenia gire los ojos -nos acaba de abrir la puerta que necesitábamos para llevar nuestros querido negocio no tan lícito a Japón, así que salud por eso -digo y levantamos nuevamente nuestras copas mientras que me termino toda la bebida de un tiro.

»Ahora solo necesitamos llegar a un acuerdo con los socios de Kadir en Hokkaido, ellos fueron las últimas personas con las que esa bendita rata se reunió para hacer negocios, eso quiere decir que deben tener un contacto frecuentado con el -le digo a Kenia mientras pienso en las mil y una formas en las que pienso torturar a ese maldito, hasta que por fin ruegue para que lo mate.

«cosa que no va a pasar, porque mis planes para ese infeliz son totalmente diferentes».

.

.

.

Después de treinta minutos de tránsito, en los que Kenia terminó de resolver algunos asuntos pendientes con la mercancía de Colombia, por fin llegamos a casa, la mansión The Lux, perteneciente a la familia Özdemir por más de cincuenta años, ubicada en el centro privado de Estambul.

Al entrar el ama de llaves toma nuestros abrigos y nos dirigimos por el ascensor a la segunda planta, y entramos a la sala de juntas donde nos espera el informe del día por parte de Kerem, que se encarga de todo el papeleo y la dirección cuando no estamos.

Por lo visto las ganancias de coca en Rusia, Norte América y Colombia han aumentado un 5% lo cual es bastante, y según las estadísticas, si logramos cerrar los negocios con los japoneses las ganancias serían de un 20%.

Cuando termino de revisar el informe, veo una pequeña nota escrita a mano en el último papel del informe la cual hace que mi sonrisa se ensanche como estadio de futbol.

-Uno de mis informantes me dijo que los socios de Kadir en Hokkaido, recibirán una nueva mercancía con la que cerrarán negocios con Alemania la segunda semana del mes entrante, así que posiblemente el gran jefe se encuentre allí también.

Dulces sueños Nadia

-K

Al terminar de leer esa nota, no puedo hacer más nada aparte de saborear el dulce sabor de una venganza que cada día está más y más cerca.

«He esperado mucho tiempo por una oportunidad como esta, y les juro por Hades que no la voy a dejar pasar»

-¡Linda Kenia! -canturreo mientras le deslizo el papel por la mesa -mira esto -le digo y salgo de la sala de juntas rumbo a mi habitación.

»No sabes las ansias que tengo por verte querido Kadir -susurro para mi mientras entro a mi habitación y cierro la puerta -seni düşündüğünden daha erken göreceğiz.

.

.

.

.

.

.

seni düşündüğünden daha erken göreceğiz « nos veremos más pronto de lo que crees.»

.

Seguir leyendo

Quizás también le guste

La Trampa De Ace

La Trampa De Ace

Romance

4.9

Hace siete años, Emerald Hutton dejó a su familia y sus amigos para ir a la escuela secundaria en Nueva York con el corazón roto, solo para escapar de una persona: el mejor amigo de su hermano, a quien amaba desde el día en que la salvó de los matones cuando tenía siete años. Herida por el chico de sus sueños y traicionada por sus seres queridos, Emerald enterró los pedazos de su corazón roto en el rincón más profundo de sus recuerdos. Siete años después, tuvo que regresar a su ciudad natal después de terminar sus estudios universitarios. Su corazón se convirtió en una fría piedra, vacío de amor y cayendo en el olvido que una vez latió por un hombre. Traumatizado por su pasado, Achilles Valencian se había convertido en el hombre al que todos temían. Los golpes de la vida habían llenado su corazón de una oscuridad sin fondo. Y la única luz que lo había mantenido cuerdo era una chica con pecas y ojos turquesa que había adorado desde siempre, la hermana pequeña de su mejor amigo. Después de tantos años, cuando finalmente había llegado el momento de capturar a su presa en su territorio, Achilles Valencian comenzará su juego. Un juego para reclamar lo que es suyo. ¿Podrá Emerald distinguir la diferencia entre el amor y el deseo, y evitar la peligrosa ola que una vez la arrasó para mantener su corazón a salvo? ¿O caerá en la trampa? Nadie jamás pudo escapar de las manos del hombre y él siempre obtiene lo que quiere. Y ese juego se llama: 'La Trampa de Ace'.

Capítulo
Leer ahora
Descargar libro