Los matrimonios no son perfectos, y Antonella lo sabe, lo ha vivido en carne propia. Leonardo es el cuñado de Antonella, y desde que la conoció como novia de su hermano, ha sentido una fuerte atracción, amor, pasión, y también, una pequeña obsesión por aquella mujer que nunca estarÃa entre sus brazos, sin embargo, un dÃa, Leonardo tomó la decisión de aprovecharse del negocio familiar para hacer de las suyas, y de una buena vez, estar con la mujer de sus sueños. ¿Podrá Antonella salvarse de verse metida en una relación prohibida, pero que ahora le da todo lo que ella no tuvo en su matrimonio?
- Señor, disculpe que hayamos entrado a su oficina asÃ, pero... - dijo el guardaespaldas, pero cayó al ver que Francisco Rocci estaba en su oficina teniendo sexo con su secretaria.
La secretaria estaba sentada en el mesón del escritorio, únicamente se habÃa quitado sus pantys porque usaba falda corta de tela, y su camiseta de manga larga habÃa sido desabotonada para dejar ver sus enormes senos. Francisco tenÃa el jean abajo en sus rodillas, su guardaespaldas le ha visto el trasero desnudo mientras le daba sus buenas embestidas a la mujer que no dejaba de gemir aun asà la estuvieran viendo.
- Lárgate Alessandro - le ordena Francisco al guardaespaldas quién está incómodo por haberle visto a él en esa situación.
- Pero señor, tengo algo urgente que decirle... - insistió Alessandro también con preocupación.
- ¡Qué te largues ya te dije! - le grita Francisco.
Francisco estaba furioso, pero estaba tan excitado recibiendo el mejor sexo de su vida que no querÃa interrumpirlo. Alessandro simplemente se marcha de la oficina cerrando la puerta a sus espaldas y se dirige en busca de la camioneta blindada que conducÃan él y sus tres hombres.
- ¿Qué te pasó? ¿Qué te dijo don Francisco? - pregunta uno de sus hombres.
Los 4 lucÃan la misma ropa; trajes de negro con camisa blanca, corbata, y mocasines, además de llevar siempre en su oÃdo un audÃfono y gafas negras en sus ojos.
- No dijo nada, me gritó porque cuando entré en su oficina, estaba cogiéndose a su secretaria, imbécil - responde el jefe guardaespaldas.
Los 3 guardaespaldas voltearon a mirarse entre sà sin expresión alguna.
- ¿Ustedes ya lo sabÃan? ¿Ya sabÃan que él está engañando a la señorita Antonella con esa mujer? - pregunta el jefe de guardaespaldas.
- Si, ya lo hemos visto en más de una ocasión, no es la primera vez que lo hace - responde el guardaespaldas moreno.
- ¿Cómo se supone que le diremos ahora que su esposa ha sido secuestrada? - pregunta el jefe.
- No tengo idea, pero mejor, pongámonos en la tarea de seguir buscándola hasta que nos dé tiempo de que don Francisco salga de trabajar y nos pregunte por ella.
- Andando.
Los 4 guardaespaldas se meten en el auto, el jefe de guardaespaldas va en el asiento del copiloto, el guardaespaldas moreno es quién conduce, y los otros dos van en la parte de atrás, el auto emprende su marcha, y desaparece en medio de la multitud de vehÃculos que transitaban en la autopista esa tarde.
Italia, Milán, 8:56 de la mañana.
El avión está por aterrizar, Leonardo Rocci finalmente puede apagar su computadora y terminar de beberse el último trago de Whisky de su vaso que la azafata atractiva le sirvió en cuánto él se subió al avión privado. Antonella Parissi iba sentada en una de las sillas del avión a un lado suyo, iba amarrada, de pies y de manos, con una cinta pegada a su boca porque ella fue agarrada en una de las tiendas de ropa en que solÃa ir de compras, estaba en los vestidores, se iba a probar un vestido, por suerte, aún no se habÃa desnudado, solamente tenÃa el vestido en las manos, y los hombres entraron por la parte de atrás, le pusieron un pañuelo con alcohol, y se llevaron a la mujer con la ayuda de que el dueño de la tienda era su cómplice.
- Señor, ya vamos a aterrizar, ¿Desea algo más antes que pueda retirarme? - le dice la azafata a Leonardo cuando se acerca a él para recibir el vaso de Whisky vacÃo.
- Solo déjanos un momento a solas a ella y a mÃ, por favor - responde él guiñándole el ojo a la azafata siendo todo un coqueto.
La azafata sonrÃe tÃmida y se retira del lugar para irse a su cabina.
Leonardo y Antonella quedan completamente solos en el pasillo del avión privado.
Antonella iba vestida con un bleiser blanco, una camiseta de tiras roja debajo de este, un pantalón de drill blanco, y unas zapatillas rojas. Aquella vestimenta le resultó tan atractiva a Leonardo que sintió que, en medio de su jean, se estaba formando un enorme problema que tenÃa que calmar lo antes posible.
Se quitó el cinturón de seguridad de la silla del avión, guardó su computadora en su maletÃn de mano, y la dejó encima de la silla en cuanto se puso de pie. Luego, simplemente, se acercó a la silla de Antonella, le quitó la cinta, y le miró a los ojos.
- Ya sabes que, si te portas bien, yo puedo portarme bien contigo - le dice Leonardo tratando de estar lo más calmado y sereno que podÃa.
- ¿Qué quieres de mà Leonardo? ¿Por qué me estás haciendo esto? - pregunta Antonella evitando sonar nerviosa, asustada y confundida al mismo tiempo.
- Lo preguntas como si nunca te hubieras dado cuenta de nada de lo que pasaba entre nosotros... - responde Leonardo.
¿Entre nosotros? ¿Qué puede estar pasando entre nosotros? Solo es una maldita relación entre cuñados... Piensa Antonella para sà misma creyendo que aquella era la respuesta.
- No sé de qué me estás hablando - responde ella después de un pequeño silencio que hubo entre ellos.
- Tú me gustas, yo te gusto, por favor, dejémonos de rodeos, divórciate de mi hermano, y quédate conmigo, prometo que te haré muy feliz.
- Eso jamás, Francisco y yo nos amamos, nunca le traicionarÃa yéndome con su hermano, su única familia asà se odie.
- Pero, él a ti si te puede traicionar, ¿Cierto? - dice Leonardo con voz de haber resultado ser el ganador de esa pequeña pelea con ella por su comentario.
- ¿Cómo? ¿A qué te refieres? - pregunta ella desconcertada, sin creer que lo que Leonardo decÃa era cierto.
- Mejor te lo mostraré porque no creo que me creas si solo te lo digo.
Antonella se queda callada, y Leonardo saca el celular de su bolsillo para meterse a la carpeta de los vÃdeos, buscar uno en especÃfico, y ponerlo a reproducir para mostrárselo a Antonella desde el comienzo hasta el final.
Ella vio a Francisco serle infiel con ella.
CapÃtulo 1 El Secuestro de Antonella
15/03/2023
CapÃtulo 2 Un Viaje Ardiente
15/03/2023
CapÃtulo 3 En Milán
15/03/2023
CapÃtulo 4 En El Hotel
15/03/2023
CapÃtulo 5 Acostándome Con El Hermano
15/03/2023
CapÃtulo 6 Ni Él Me HabÃa Tocado Antes AsÃ
15/03/2023
CapÃtulo 7 Antonella Ha Sido Secuestrada
15/03/2023
CapÃtulo 8 Cambio De Look
15/03/2023
CapÃtulo 9 La Llamada de Leonardo
15/03/2023
CapÃtulo 10 Antonella Secuestrada; Otra Vez.
15/03/2023
CapÃtulo 11 Saliendo Secuestrada Del Hotel
15/03/2023
CapÃtulo 12 En Algún Lugar
15/03/2023
CapÃtulo 13 Descubriendo Una Verdad
15/03/2023
CapÃtulo 14 El Escape De Antonella
15/03/2023
CapÃtulo 15 Regresando Al Hotel
15/03/2023
CapÃtulo 16 Una Cita Entre Leonardo y Antonella
15/03/2023
CapÃtulo 17 En La Discoteca
15/03/2023
CapÃtulo 18 ¡No quiero Leonardo!
15/03/2023
CapÃtulo 19 Adelaida
16/03/2023
CapÃtulo 20 Huyendo de Francisco
16/03/2023
CapÃtulo 21 El nuevo coqueteo de Leonardo
21/03/2023
CapÃtulo 22 Un coqueteo que termina mal
01/04/2023
CapÃtulo 23 Eres un patán
02/04/2023
CapÃtulo 24 Alessandro
03/04/2023
CapÃtulo 25 Antonella
04/04/2023
CapÃtulo 26 Reconciliación con sexo
05/04/2023
CapÃtulo 27 Una visita inesperada
06/04/2023
CapÃtulo 28 Un falso exmarido
07/04/2023
CapÃtulo 29 Luna de miel con Antonella
09/04/2023
CapÃtulo 30 Un mal encuentro
10/04/2023
CapÃtulo 31 El hombre misterioso
11/04/2023
CapÃtulo 32 En el restaurante
12/04/2023
CapÃtulo 33 Placer en el baño.
13/04/2023
CapÃtulo 34 El plan de Alessandro
14/04/2023
CapÃtulo 35 ¿Alessandro me ha secuestrado
15/04/2023
CapÃtulo 36 Rescatada por el FBI
01/06/2023
CapÃtulo 37 La decisión de Antonella
12/08/2023
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