Un Soberbio Rendido descarga de la novela completa

La primera vez que vio aquellos ojos cafés, fue cuando entro a aquella habitación en la que estaba. Estaba hablando con otros médicos, al parecer hablaba de su caso.

Pero desde ese momento en el que ambos conectaron sus miradas, algo dentro de si cambio por completo.

Le hubiera gustado que ese tiempo durara más.

La segunda vez que volvió a ver esos ojos había sentido que por fin había muerto. Escuchaba el sonido de maquinas, personas dando ordenes. Por alguna razón su cuerpo no dolía, sin embargo su cabeza solo buscaba que aquellos ojos cafés lo miraran.

Aun cuando estaba perdiendo la conciencia, esos ojos no se quitaron de su memoria.

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Wang JinXing recuerda perfectamente la primera lección que le dio su padre. El ciclo de vida.

Su padre decidió enseñarle aquel tema para poder tratar de consolarlo un poco por la muerte de su mascota.

Nacen, crecen, se reproducen y mueren. Eso era algo que aprendió desde niño, pero también aprendió que no todos los seres vivos cumplen con ese ciclo.

Imagina por un momento en el que tu vida comienza a sonar como la ultima parte del instrumental de la canción “Chiquitita” de abba. Imagina que un día estas en el mejor momento de tu vida, tienes a tu familia con vida y salud, tienes el trabajo que siempre soñaste y amas lo que haces, lo tienes todo y sientes que has triunfado en tu vida, pero por un minuto; por solo un minuto, todo cambia y todo se derrumba.

Wang JinXing no tenia que imaginarlo, porque lo vivo en carne propia.

Cuando tenía 26 años le detectaron una falla cardiaca. Para ser más ser específicos, una falla cardiaca llamada cardiomiopatía viral.

Su vida cambio en un instante, sobre todo porque conocía de cerca aquella enfermedad, aquella misma enfermedad que le quito a su padre.

Wang JinXing recordaba que pasaba sus días en alfombras rojas, rodeado de cámaras y personas que harían una cola de muchas horas solo para verlo. Ahora su vida cambio dejando que aquellas alfombras rojas, cámaras y fans; fueran remplazadas por camas, medicamentos y doctores.

Estaba en la cima de su carrera, un Grammy ganado y una nominación a un Oscar. Wang JinXing lo tenia todo y en un instante toco se le fuera como el agua entre los dedos.

Dolía, mucho, tanto física como emocionalmente, dolía. Pero no podía simplemente darse por vencido, no porque creyera que viviría, sino por la única razón por la que comenzó a luchar cuando perdió las esperanzas.

Su madre.

Ahora más que nunca la palabra luchar tenia un significado más sombrío para JinXing.

Luchar. Esa era la palabra que con más frecuencia tus familiares y amigo dicen cuando tu vida cuelga de un hilo.

Wang JinXing sabe que hizo lo que pudo los primeros meses.

Al principio luchas por tu vida, quieres seguir adelante porque quieres seguir con vida, pero cuando te das cuenta de que el dolor es insoportable y las decepciones llegan cada vez con más frecuencia dejas de luchar por ti, al pasar el tiempo solo luchas por tu familia. Porque hasta en la muerte los humanos son egoístas. Tu familia, tus amigos, no te piden que luches porque vivas más, te piden que luches porque necesitas y quieren más tiempo contigo.

La muerte lo más egoísta que podemos experimentar.

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—Despierta—Dio un golpe en el escritorio con un expediente haciendo que el residente de ojos cafés levantara la cabeza rápidamente incorporándose firmemente.

—Doctora Coleman. —Trago saliva y se levanto rápidamente.

—Doctor Raptis —La mujer lo miro seria levantando una ceja..

—Yo… hice todo lo que ordeno, aquí tiene—Le extendió una tableta.

— No vuelvas a dormir en un lugar donde todo el mundo te puede ver, eso no habla bien del hospital ni de ti—Lo regaño mirándolo asesinamente.

Gaelan asintió pidiendo una disculpa. —Lo siento mucho doctora Coleman.

—Tus disculpan ya no me sirven de nada, ven conmigo, necesito hablarte de un caso. —La mujer se dio la vuelta y se alejo.

Él asintió y la siguió detrás, sacando de su bolsillo y bolígrafo y una pequeña libreta.

Ambos llegaron a una sala donde no había nadie. Lo cual no le extraño al joven residente de quinto año.

Lleva desde su tercer año tratando con la doctora Coleman, sabe bien que no acepta errores y rara vez toma algún medico residente para enseñarle, pero él fue afortunado, porque ella lo eligió apenas ella llego a trabajar en el hospital.

—Vamos a hablar de un caso que quiero que personalmente lo atiendas.

—Sí doctora.

—No quiero escándalos Raptis, si cometes un error te matare y créeme, sé como hacer que un homicidio se vea como un suicidio—Ella se sentó a su lado y tomo un expediente escrito en papel. —Esta es la ficha del paciente, memorízala.

Gaelan abrió el expediente y comenzó a leerlo. Una falla cardiaca, paciente en lista de espera para un corazón.

—¿Ocurrirá algo? He revisado sus pacientes y no hay ni uno que concuerde con el nombre.

—Eso es porque no lo hay. —La mujer lo miro con los brazos cruzados. —Doctor Raptis, han llamado desde New York, hay un corazón para él.

—Eso es fantástico. Según el expediente el hombre lleva esperando 4 años un corazón.

—Lo sé, por eso quiero que me asistas y lo vigiles en todo momento. Tengo una conferencia, así que no podre ir a retirar el corazón, pero alguien de mi entera confianza ira, mientras estoy en la conferencia quiero que te hagas cargo del paciente. Además, quiero que llames a su contacto, hazlo venir.

—Sí doctora, lo hare enseguida. —Gaelan se levanto de la silla y que detenido por su mentora. —Dígame.

—Gaelan escucha con atención lo que te voy a decir. No quiero errores, eres uno de mis estudiantes más brillantes, así que lo volveré a repetir, no quiero errores, no quiero a gente en los pasillos intentando tomarlo fotografías y no quiero nada de gente que él no autorice o yo autorice en su habitación ¿Esta claro?

—Sí doctora—La miro confundido.

La mujer suspiro hostigada—Sé que para ti, que muy rara vez escuchas música o ves películas o televisión es muy confuso lo que te estoy diciendo, así que lo diré de una vez. El paciente es un actor y cantante muy reconocido. Su carrera comenzó en China y se acentúa en China, así que el que haya logrado un reconocimiento fuera del continente en el que ha vivido casi toda su vida es muy grande y él tiene muchas fans mundiales, se mudo a este país cuando descubrieron su enfermedad, así que no quiero que lo molesten ¿esta claro?

Gaelan solo asintió.

—Habla niño, no tengo tiempo, dime si lo entendiste.

—Sí lo entendí doctora.

—Muy bien, ahora hazlo venir.

Gaelan asintió saliendo corriendo de la sala de juntas.

………………………

JinXing no tenia nada que hacer, pasaba los días viendo algún programa de televisión, película o leía un libro. Lo que sea que lo mantuviera entretenido.

Antes su actividad favorita era bailar, le gustaba jugar con Bob su perro. Pero debido a su enfermedad todo tuvo que cambiar y cambio las tarde jugando en patio, a estar en la cama todo el día.

JinXing dejo el libro que estaba por leer, para ver su habitación. Era de color blanca, había un estante grande de libros, tenia unas mesas de noche, estaba el televisor grande y a un lado estaba la ventana con balcón que daba al patio trasero de la casa.

Frente a él había un estante grande con muchos de los premios que había logrado ganar gracias a su esfuerzo. A un lado de su cama habían un soporte para suero que estaba conectado a él por ordenes de los médicos. En su cama, por sus pies se encontraba Bob, su pequeño perro.

Tratando de dejar de distraerse comenzó a leer el libro que su primo materno le regalo.

La puerta de su habitación fue abierta y una mujer de buen cuerpo y cabello oscuro entro haciendo sonar sus tacones. Esa mujer era Raquel su madre.

—Cariño, cariño.

JinXing sonrió al verla tan feliz, no pasaba con regularidad.

— Hola mamá—Le sonrió.

—Tenemos que irnos, recibí una llamada, tienen un corazón para ti.

JinXing en ese momento miro a su madre sonreír con alegría, no sentía nada la verdad, pero no podía demostrarlo.

Hace un año recibieron la misma llamada, pero algo ocurrió y el corazón no resistió el viaje, por lo que se canceló su cirugía, un corazón podría ser la solución a todos sus problemas.

……………………………….

—Especialmente contigo quería hablar—Gaelan sonrió mientras se sentaba del otro lado de la camilla para ver a su amigo.

—Eso me suena a un amor con interés, así que suéltalo ya—Dijo sin verlo y siguiendo comiendo.

—He visto a todo el piso preocupado desde que se dio el anuncio de que un paciente seria ingresado, un paciente de la doctora Coleman ¿Por qué?

— ¿Si sabes que es famoso?

—Sí algo, no lo ubico, pero sí. Vamos Engel ayúdame.

El joven de tez morena y cabello rizado lo miro—Wang JinXing es de nacimiento chino, pero también tiene sangre estadounidense, su madre es fue una famosa modelo y actualmente es una diseñadora de ropa y joyas, ella ahora es la accionista mayoritaria de la fundación Wang Tian, fundación que es dueña de este hospital y muchos otros en china y en Estados Unidos, así que date una idea.

Antes de que Gaelan respondiera su bipper sonó.

—Parece que ya llego, la doctora Coleman se fue hace unas horas a la conferencia que tenia. Tengo que irme.

Gaelan se levanto y salió corriendo, pidiéndole a una enfermera que le diera un llamado a un grupo de internos.

JinXing por otro lado se sentía incomodo en la gran habitación privada del hospital, si había algo que odiaba con todo su ser; eran los hospitales.

Su madre por otro lado parecía estar más que feliz, le sorprendió no ver su primo y mejor amigo, así que lo más seguro es que aun seguían fuera de la ciudad por asuntos de trabajo.

—Cariño ¿necesitas algo?

JinXing sonrió—Estoy bien, mamá.

— ¿Por qué no duermes un poco?

—No me gusta dormir en los hospitales, si puedo evitarlo no lo hare.

Su madre Raquel le dio una caricia a su cabello. —Esta pesadilla esta por terminar.

JinXing asintió mientras sonreía falsamente.

La puerta se abrió en ese instante y vio a un grupo de doctores. El doctor que encabezaba buscaba algo en su bolsillo, pero cuando lo vio aquellos ojos cafés lo dejaron impactado.

—Buenos días, soy el doctor Raptis. Seré el residente a cargo del caso del señor Wang—Sonrió.

JinXing jamás había visto una sonrisa como esa, los ojos de aquel doctor de cabello castaño eran algo rasgados, se preguntaba si era de ascendencia asiática.

—Hola, sí, la doctora Coleman nos aviso ¿usted fue el que llamo? —La madre JinXin le sonrió.

—Sí, fui yo. Espero que no les moleste un grupo de internos, como saben es un hospital de enseñanzas.

Wang JinXing decidió dejar de ver al hermoso hombre y dejarse caer en la almohada.

—Cariño—Su madre lo miro al igual que el resto de personas.

—Mientras no tomen fotografía esta bien por mi—Cerro sus ojos por un momento. Le sorprendió que al cerrarlos en su mente apareció aquella sonrisa y aquellos ojos que parecían tener un brillo en ellos.

—Les daré una breve explicación de lo que pasara hoy. —Gaelan se puso frente a él y JinXing aun seguía sin abrir los ojos. —Wang JinXing 30 años, fue admitido para un trasplante de corazón. Padece desde hace 4 años cardiomiopatía viral, lo que significa que su corazón no bombea plasma normalmente. Por orden de la doctora Coleman estaré en el caso y ustedes tienen que estar cerca para monitorearlo, así que no quiero errores.

—Espero que este sea el trato que se le da a todos los pacientes y no solo a mi, por ser hijo de la dueña de este hospital. —Abrió los ojos y miro serio al grupo de doctores.

— A-Xing por favor.

Gaelan Raptis lo miro y le sonrió—Créame, el que sea le dueño o hijo de los dueños no lo hace tener tratos especiales, así que espere las inyecciones y la mala gelatina roja.

El grupo de internos lo miro sorprendido mientras que a JinXing eso le saco una sonrisa haciendo negar y desviar la mirada.

—Lo estaremos monitoreando. —Le dio una sonrisa juguetona a JinXing y salió de la habitación junto a los internos.

—No lo había visto jamás a ese residente—Su madre comento.

—Yo tampoco, pero debe ser bueno para que Samantha Coleman lo tomara como estudiante.

……………………………

—Háblame.

—El paciente ya esta en la habitación, lo vigilare como usted me ordene.

—Bien, hazlo, no quiero errores Raptis, si al cuidarlo lo matas, luego te mato yo a ti ¿Quedo claro?

—Claro que sí doctora.

La llamada se corto y suspiro dejándose caer en la silla de ruedas.

—No pareces muy animado hoy. —Sam le sonrió mientras le extendía una barra de chocolate.

—La doctora hoy me ha dejado más trabajo de lo acostumbrado. Hoy particularmente esta de mal humor y créeme, sé que como es cuando esta de mal humor.

—Es normal, ella y ese paciente tienen un pasado.

— ¿Fueron novios?

—No, ella lo trato cuando aun estaba en china.

— ¿Qué no se hizo tratar aquí?

—El señor Wang se enfermo mientras estaba en Shanghái, la doctora Coleman en ese entonces trabajaba en uno de esos hospitales, luego de que ella tuviera que transferirse. La doctora Coleman conoce al señor Wang desde que era un niño.

Gaelan lo miro confundido—Me perdí.

—¿Leíste expediente?

—Claro que sí.

—Bueno, entonces sabes que la cardiomiopatía viral es genética en su familia, su padre la tuvo, la doctora Coleman asistió en el caso del padre del señor Wang cuando era una joven interna, así que lo conoce bien.

Gaelan asintió mientras mordía la barra de chocolate—Es… wow.

—Solo has tu trabajo y evita que te mate la doctora Coleman, porque si cometes un error, todo el hospital lo pagara. —Sam le sonrió mientras se alejaba.

—Maldito, ya tengo suficiente presión y me traes más.

………..

—Por favor.

—Pero cariño.

—Madre, no pasara nada, además aquí hay muchos que están vigilándome, ve a comer algo y por favor no llames a nadie.

—Pero cariño.

—Dije por favor.

Su madre asintió resignada y le dio un beso en la frente, para luego salir de la habitación.

Cerro sus ojos por un instante cuando la puerta se volvió abrir, pero eso no le hizo abrir los ojos. Estaba cansado.

Al sentir a alguien alado de su cama, abrió los ojos.

—Oh, Creí que dormía señor Wang. —Le sonrió.

Esa misma sonrisa que JinXing sentía que le tranquilizaba.

—No duermo en los hospitales.

—Muchos pacientes no lo hacen a menos que estén demasiados cansados—Se coloco el estetoscopio y lo coloco en el pecho de JinXing.

— ¿Puedo hacerle una pregunta?

Gaelan le sonrió y asintió. —Sí claro.

— ¿Es de ascendencia asiática?

Gaelan sonrió y rio un poco— ¿Lo dice por mis ojos?

—Sí.

Gaelan retiro el estetoscopio y lo guardo en su bolsillo—No lo soy. Mis ojos son algo rasgados porque soy de raza mixta.

— ¿Raza mixta?

Gaelan asintió— Mi padre es griego, por eso mi nombre y apellido, pero mi madre es ecuatoriana y mi bisabuelo era indígena, uno de los rasgos que tienen los indígenas es que tiene los ojos algo rasgados, así que por eso mis ojos son así.

JinXing sonrió un poco—Eso significa que habla español ¿Cierto?

Gaelan asintió—Hablo español, ingles y griego.

— ¿En donde nació?

—Nací en Atenas, así que soy griego con ascendencia ecuatoriana e indígena ¿ahora le puedo hacer yo una pregunta?

—Es lo más justo.

— ¿Por qué no está feliz? Recibirá un corazón.

—También lo iba a recibir hace un año y un año antes. Tengo mala suerte.

— A veces hay que tener fe.

—¿Usted sabe cuál es el síntoma más desgarrador de tener una enfermedad mortal?

Gaelan lo pensó un poco tratando de ver en su cerebro el peor de los síntomas.

—Es la esperanza. —Gaelan lo miro nuevamente. —No importas cuantas veces esa esperanza sea pisoteada, no importa cuanta veces se quiebre, jamás se desaparecerá hasta que no estés muerto. Es muy cruel tanto para el paciente como para los familiares. Vera, desde que enferme he aceptado lo que va a pasar, mi padre murió esperando un corazón, ni con todo el dinero del mundo logro obtenerlo, así que no. No tengo fe y tampoco esperanza, pero mi madre si y me duele verla llorar cada vez que hay una crisis o le dan una esperanza.

Gaelan noto que la cánula de JinXing estaba torcida. —Entiendo su punto, no puedo decir que comprendo que sientes porque no estoy en tu lugar, pero tiene una garantía.

— ¿Y cuál es?

Gaelan tomo los extremos de la cánula y se acercó acomodándola bien, dejando su rostro cerca al de JinXing.

— Que ahora yo soy su doctor—rozo sus dedos con el labio superior del hombre y JinXing lo miro. Gaelan le sonrió mostrando sus dientes. —Yo no voy a dejarlo morir, así que grábese bien eso.

Gaelan se separo y tomo la tableta.

—Descanse un poco, lo necesita. Su corazón llegara pronto.

Gaelan salió de la habitación abrazando su tableta al pecho y cerro la puerta al salir.

Wang JinXing toco su labio y miro la puerta algo desconcertado, pero luego de unos segundos sonrió.

…………………………

—Eso no es muy saludable Sam—Engel comento mientras veía un enorme pastel chocolate junto a un malteada de chocolate y tenia también algo de pollo frito.

— Te dará diabetes si te comes todo eso. —Gaelan comento mientras se sentaba y tomaba un poco del espagueti.

—El pastel me lo dio la abuela de un paciente, dijo que quería que le devolviera el topper hoy ¿me ayudan a comer? —Los miro angustiado.

—Wow ¿Quién encargo el pastel de Matilda?

Uno de sus amigos se sentó mirando el pastel.

—Hazle honor a tu nombre y comete este pastel, Bruce—Sam miro a su amigo con esperanza.

— ¡Tú puedes Bruce! —Gaelan le grito haciendo tanto una referencia a la película mencionada como molestando a su amigo.

—Ustedes ya me hartaron—Engel tomo un tenedor y obtuvo un pedazo para llevárselo a la boca. —Wow esta muy bueno.

— ¿Quién cumple años? —Alex sonrió mientras se sentaba con su bandeja de comida.

— ¿Quieres? Toma, come un poco—Sam empujo el pastel un poco.

Gaelan sonrió mirando el pastel—Yo quiero dos rebanadas, una se la daré a la doctora Coleman y la otra la guardare para mas tarde.

—Adelante.

—De hecho quiero tres.

—Toma las que quieras, yo solo quiero comer pollo—Sam tomo una de las piezas de pollo y la comió.

—Oye Gae ¿Me das tu pudin? —Alex pregunto mirando el pudin de fresas.