Atentamente, tu ex esposa
na hora esperando por la mujer que le habÃan prometido, serÃa su salvadora. Toda la junta direct
esta mujer? ¡Es una irresp
–le aclaró su socia– ahora nos toca aguantar lo que sea que esta
ue el desfile s
SabÃas muy bien que era un riesgo que estábamos corr
ir en grande par
ios que esta mujer aceptó ayudarnos y más te vale que
ue estuviese en una sala acompañado por toda la junta directiva. No era de los que aceptara perder, pero antes de que pudiese decir una
más de uno. Isabel, a diferencia de su socio, mostraba una sonrisa amigable hacia la invitada. Por su parte
escuchó decir a uno d
otro– me dijeron
n se
ido con el que estuvo casada pudo
La
y idiota se
reo! No puede haber
mbos sonrieron a la invitada
esentes estaban de acuerdo en que Alicia Greenswood era la mujer más hermosa que habÃan visto. Lo que más le sorprendió era que incluso las féminas de la junta directiva estaban impresionadas con
aÃa suelta por su espalda cubriendo un poco el escote que tenÃa el vestido que llevaba. Alicia miró por un momento a Mark antes de voltear nuevamente hacia el frente y en ese instante, él pudo notar la pequeña marca que resaltaba en esos ojos claros. Él permanecÃa tan
rca para saludar a Isabel, ambas se abrazaron y se dieron un beso e
egado! Hemos estado esperando por
ra acá –explicó de forma tranquila mientras volteaba a ver a Mark con el ra
espondió Isabel con una sonrisa– tom
carpetas y documentos que tenÃa sobre la mesa para iniciar la reunión, pero antes de poder
untó con furia en voz baja.
ha venido a ayudarnos
é tenÃa que ser ella? –exclamó molesto, pero sin elevar la voz, por
die más. Te
n aquella invitada no deseada e Isabel por tener que aguantar la actitud de su socio. Ella l
os miembros de la junta directiva
cÃan observándolos en busca de una respuesta. Isabel miró a Mark quién continuaba de pie junto a
ratar para que nos ayude a arreglar el desastre que hizo... –vo