EL PLACER DE LA VENGANZA.
bio inferior intentando controlar las emociones que le invadían, tenía la necesidad
s y sentimientos, era muy complicado, gracias a qué la habían lastimado mucho en un par de ocasiones, había jurado no enamorarse, no volver a e
is blancas y seis rosadas, aquel había sido un gesto muy hermoso, y más porque ella nunca había recibido rosas, y l
hacían sentir cómoda, era bastante dulce con sus palabras, y muy delicado en su trato, e
ven a la mesa - La dulce voz de su
ía realizado, cerró el documento, y salió. Su madre la esperaba en la mesa, junto a sus dos hermanos menores, fue al baño para lavar su
espejo, y sonrió, su cabello oscuro como es azabache llegaba apenas a rozar sus hombros, sus ojos color café, eran hermosos y brillantes, su madre solía de
rosos que ella no podía corresponder, y estaba segura de que jamás podría hacerlo, para ella era un hermano que la vida le había regalado. Ser la hermana mayor siempre la había empujado a ser la hermana protectora, esa que lucha contra todos por sus hermanos,
solía ponerlo por encima de la mayoría de los chicos de su edad, y aún mayores. Con Ethan, salía a bailar y divertirse, al igual que con Lisbeth, par
era bueno y la quería realmente, así que lastimar sus sentimientos la hacía sentir muy
espe
ordando aq
o, su corazón dio un pequeño salto, nunca antes le había sucedido algo como aquello, es como si por algún motivo quisiera salirse de su
ojos tan
egoísmo, son buenos, es así como ella pudo ve
o esperó ser presentada, era una persona sociable y muy amigable, aunque en aquel momento se sentía un poco cohibida,
Aquellos hermosos ojos seguían clavados es ella. Inmediata
nrió a su reflejo pensando en que había tenido ra
a esperaba, la tomó entre sus brazo
estás mu
le respondi
ateo la hacían sentir muy especial, él le extendió un hermos
o y depositando un beso en la mejilla de él - E
yo quien te lo de.- le r
nriendo - en honor a ti, u
de hoy en adelante yo
io que me compres cosas, amo los pequeños detalles que puedas
- pero lo hago con gusto, me alegra llenarte de detalles y
e, ella es la belleza de la familia -
res hermosa solo por fuera, sino que tus sentimientos son má
ias,
mientras acariciaba su mejilla con dulzura, el corazón de ella se d
bía estado anteriormente y aunque fue bonito cuando comenzó, al final termin
reció el cariño, creció la necesidad de verle y tenerle, pero también creció con ellos el miedo. Miedo a tenerle y perderle. Miedo a entregar el corazón
creer
, así como el
edo se fuera y e
or, ella tembló internamente ante la sensación de protección
la y comenzar a besarla, sus labios se movían insistente
zada, había pasado tanto tiempo desde la última vez que había besado, que temía hacerlo mal, se im
e ser perfecto y no
cargaron de tristeza y ella no pudo
pensó que ocurriría, pero Mateo la miró y se giró para marcharse, y
e, quedando frente a ella y sin pen
S
nosos, suaves y terriblemente deliciosos. Aquel era
llo, rogó porque fuese perfecto, era uno
su corazón golp
transitaban
quedarse besándolo. Si era posib
siosas, en una sensual danza de placer dónde eran precisamente sus lenguas quienes dictaban su prop
e boca
a su rostro, pero él volvió a besarla. Un beso más rápido y menos inten
da más - dejó un beso en su frente y comenzó a