Compañeros del alma
s su visita a la mansión en Austria, no con todo el mundo, sino con un vampiro especial, al que ella misma había tenido la oportunidad d
uerte de conocer a su pareja, o pareja en el caso de Beatrice, mientras aún están en forma humana... la conexión por desgracia tarda un poco m
ratando de ignorar el dolor en el pecho, que después de una semana se había vuelto constante, desde que Arvin, Layla y Beatrice se habían marchado. Sabía que Beatrice Flowers era la culpable, o al menos lo sospechaba, si la repentina atracción y la cuerda que parecía tirar de él hacia ella mientras miraba
, pareciendo contener un gemido de dolor, al tiempo que se agarraba el pecho, como si el apretón fuera suficiente para que el dolor desaparec
lo había llamado para una nueva misión y había trabajo por hacer, así que no había oportunidad de detenerse a r
o peculiar, está merodeando por Seattle. Necesito que lo eli
liar? ¿A qu
a Beatrice, lejos del centro de sus pensamiento
u don es devolver la vida a los vampiros.
shock. No podía creer que esto fuera
tra Al
nfío en ti para acabar con él... si
oy b.
abriera el pecho. Algo tiraba de él, haciéndole dol
u pareja, ¿verdad? - dijo Mauricio, ace
capaz aquel vampiro, pero asintió, renunciando a ser fuert
preguntó Gus
true, el que había perdido a su pareja hacía unas décadas y aún no había podido recuper
- confesó Damian, sin sorprenderse a
ueron! - dijo Alicia, molesta de ver sufrir a una de su
alcriado. Si vino hasta aquí por él
con sus palabras, y tal vez ni siquiera su lado racional lo estaba. Tenía miedo, de lo que podría rep
Damian, y Arvin no fue bien recibido por ella. - Dijo Alicia, casi son
no llegué a pensar
considerados tiranos e insensibles, y aunque eso es casi cierto, necesitas actu
sca a tu compañero y es u
- Preguntó Damian recor
Dijo Alicia, haciéndole reír al verla volver a ser la antigua vampiresa que dese
se sentiría él mismo si no acababa primero con el vampiro que estaba dañando a su gente. Beatrice no podía