A tus órdenes, querida
n rencor a Selena ahora parecía
todo indicaba que Giselle pronto l
ficativa en esta oportunidad. Él la había humillado públicamente solo para proteger a su
ada por una joven celebridad muy conocida. Ante esto, ella simplemente sonrió con amabilidad y expresó su gratitud. Nada más y nada menos que eso. Sin embargo, como era costumb
stión de horas, pero parecía que Kenn
co era cierto? Incluso si era verdad, ¡él era tan
apaz de confrontarlo. Él tenía una pes
ntar calmarse, la joven reprimió
egó a Giselle en sus manos. Con un toque de arrogancia, comentó: "Una vez que hayas terminado con tus
e Giselle se sonrojaran de vergüenza e ira a
or, señorita Owen, no nos juzgues mal a Ken y a
ó junto a la otra mujer y se dir
la expresión de Kenneth
tó Giselle con voz suave al
ada y la soltó suavemente. "Llamaré a
! Recuerda que no debes saltarte ninguna comida, sobre
por el almuerzo había desaparecido. "Primero te llevaremos al hospital", insistió K
aceptó ella
ternamente, ella se hizo a sí misma una promesa silenciosa: algún día, se aseguraría de
e acostó en el sofá de su oficina
morzar, a pesar de que Jayla le l
Durante las horas en que estuvo dormida fue perseguida por visiones inquietantes
turdida, se encontró con que la
rumbo en mente, negándose a regresar a casa. De repente, cuando atravesaba una aveni
libre y, normalmente, se reunían en los bares y d
omentos de alivio ante las presiones de la vida y la rutina diaria. C
familia Owen cayó en desgracia y ella obtuvo su nuevo título de señora Powell, estas salid
ada al bar se sintió de
ambió algunas bromas con el camarero. Pero el apacible mome
cubrió que había recibido un me
n apuesto hombre acompañado por una mujer elegante en un restau
o dos veces para saber quién había sido e
su teléfono a un lado con indiferencia y prefiri
ino ataque de tos. En ese momento, una mano apareció por detrás y le dio unas palmaditas en la