El abogado y la doctora
ra, febr
ndo contra el auto de enfrente. Todo se convirtió en caos en un instante. Aunque el golpe fue fuerte, l
una mirada, sabiendo qué buscar posibles lesiones. Después de tantos años trabajando juntas, no necesitábamos palabras. Al darnos cuenta
tar otras ciudades durante las mini vacaciones. Nuestro primer destino fue Gales, luego Cardiff y finalmente Bath. Como admiradoras de Jane Austen, quedamos fascinadas con
onduciendo. Nos aconsejaron comenzar por la ruta M6 y luego unirnos a la M40, que suele ser poco transitada en
s demás vehículos tendríamos que despedirnos de nuestro
a, su aspecto desaliñado era lo primero que llamaba la atención. Al mover su cuerpo hacia atrás, pude ver que no pasaba de los cuarenta años, pero su rostro denotaba más edad. Pantalones manchados, zapatil
siempre llevábamos para cualquier emergencia que surgiera. Entró lentamen
re es Dra. Micaela Kross, soy doctora. Misha, está inconsciente, no sé si es a causa del alcohol o del golpe- terminó diciendo
je mientras sacaba mi celular y contactaba a la policía. E
uilado. Aunque no era gran cosa, ahora claramente estaba fuera
un jeep negro con ventanas polarizadas que no permitían ver hacia adentro. Me acerqué
tras evaluaba la situación de ambos - soy l
n una mano, quejándose. Sus pequeños ojos rasgados reflejaban dolor, respiraba agitadamente y se mordía el labio inferior para no emitir sonido. Vestía
clara, labios gruesos y sus ojos rasgados negros que no dejaban de mirarme mientras se tocaba el cuello. A diferencia de su amigo, vestía completa
aletín. Sé por experiencia que hay personas de algunos países que son bastante reacias a que los toquen extranjeros, sobre
aflojando su cinturón, hablándole a su compañero en un idioma que des
a impuesto el celibato como castigo por haber sido una tonta. Pero ahora, en estas circunstancias precisas, podí
clinar tu asiento para examinarte mejor - murmuré, tratando de no asustarlo - dime si algo de
del auto, coloqué una rodilla en su asiento, me impulsé hacia arriba y quedé prácticamente arrodillada de costado sobre él, con mi pecho pegado a s
es, necesito revisarte para saber si tienes alguna lesión grave - procedí con caut
camisa. Era delgado pero fibroso. Me incliné hacia adelante para observar más de cerca. Lo palpé rápidamente. Al tact
ro para estar seguros deberías realizarte una radiografía de tórax y una cervical - dije
a vez lo vi sonreír mientras agradecía. Su voz er
jaba intentando calmarlo, notaba que su respiración se aceleraba, su rostro estaba sudado y
ándome tímidamente- m
, ¿puedes hacerlo? - le dije mientras le mostraba cómo calmar su respi
ra- susurró
o como lentamente su re
, regalándome un
. Frunció el ceño ante mis palabras, desaprobando lo que hacía. Tampoco se presentó. "Grosero", pensé al notar cómo se refregaba una y otra vez el cue
era más reducido, mis senos presionaron su br
s bien - murmuré con voz d
itos de una voz conocida, lo que me hizo saltar del vehículo y correr dejándolo con la palabra en la boca. Me aproxim