La Desheredada de la Familia
a había visto algo así, con la boca abierta y al
a los próximos días, era impresionante, salones gigantes, dec
n aliento, la habitación era igualmente imp
et del tamaño de una habitación modesta, una cama enorme con una TV a
impotencia, si todo ese lujo era solo para un viaje familiar, el
milia que vivía a manos llenas, al mism
sorta observando su camarote, le entregó la llave de su habitaci
casino y muchas cosas más. - El restaurante estará abierto casi las veinticuatro horas, también tiene servicio de bar y servicio a la habitación, desde el telefonillo que está junto a su cama puede llamar y pedir lo que g
¿C
la familia Sinclair, deben estar en el comedor a las siete, p
- Asintió Isabella
como esa tal Valeria, Isabella no se quería
señor
¿S
encontrar toda la ropa que necesite para que esté acordé al viaje... - El joven le sonrió
lla lo llamó. -
se inclinó ligerament
ó algo aliviada, por lo menos el
nilla sintiendo los fuertes latidos de su corazón, ya no había marcha
lejaba del puerto, llena de nervios, Isabel
ida, por haberse salvado de los hombres que la habían acorralado, por sal
crucero tranquilo en el que no tuviera má
manera, al salir de ese barco, ella no tuviera que v
u camarote, aterrada, sus manos sudaban frío,
sas, lámparas colgantes de cristales y platería fina, el
estaurante, la recibió
muy grande y su familia no lo ocupará a llenar... Le sugiero una mes
- Musitó ella con
esa algo retirada y discreta. Era temprano, la cena no había em
de cenar, cuando Isabella se sorprendió al notar
do sonriente. - Por po
a los alrededores, pues no quería te
! - Voceo él mirando a Isa
cias,
ue eres mi prima porque... - Aiden elevó una ceja con malicia. - No me quiero ni im
abella se mi
sin mangas, con falda de campana hasta la rodilla y con
pa mucho más hermosa y llamativa,
rar acordé a su gusto y que le pudiera servir para
el asiento de a lado. - ¿Te molest
, pe
mparto mesa contigo, ya sabes... - Aiden le g
desterrado de la familia? -
den señalo una mesa algo alejada, desde donde Valeria, junto
Oh
ada del restaurante, era casi las sie
ada personaje, explicándole a Is
ncipales sucesores de la familia eran Albert Sinclair, el padre de Isabella, quien fue desterrado y ya había fallecido, Ricar
mpezar, cuando en la entrada principal, hicieron acto de presenci
un instante de silencio, seguido de murmullos, sobre todo
isma mañana, ella miró detenidamente a Máximo, su corazón dio un sobresalto, el joven ahora lucia inclu
in poder creer lo que sus ojos veían. - ¿Ta
n llegados. - Ellos no son Sinclair, ellos pertenec
¿Q
en aquí...? ¿Y acompañados de la abuela? - Él miró a Isabella como si ella
sé... - Balbuce
, su abuela, a quien vagamente la recordaba del funeral de su padre, pero por supuesto, ahor
la expresión de los invitados, Isabella estaba segura de que alg
los deliciosos platillos fueron servidos, si
mesa en dónde cenaban los Collins con la
champán y todos vislumbraron como la prominente señora Margaret, una mujer algo arruga
nvenidos a esta reunión familiar... Sé que es muy extraño para todos ustedes reencontrarnos así, no h
omó un moment
usitó Isabella en su
Pregunto Aiden
o si fue hace quince años, debió ser cerca de la muer
- Asintió Aiden, cuando la voz de Mar
amos aquí... Antes de comenzar con los anuncios, quiero que todos levantemos nuestras copas y brindemos... - Dijo levantando la copa que llev
os al unísono, bebiendo
creo que ya es momento de dejar mi poder en manos de mi siguiente sucesor... - Todos se tensaron, expectantes. - Por eso, durante los próximos quince días en este crucero, me
uchó un estruendos