NAHIBARU -Dios o mítologia
ampamento, más todo intento fue en vano, ya que los aborígenes no cedían en compostura, hasta que uno de los más ancianos se levanta alejándose unos metros del resto para detenerse frente a la fogata
zos al cielo y murmurar y gesticular con las manos, al hacerlo, todos sus iguales enmudece
o amarillento, segundos después el anciano se estremece para ahora quedar en total quietud, mientras las órbitas de sus ojos danzan al compás de
y al salir del trance abre lentamente los ojos, entonces habla en ese lenguaje que solo los au
ioses, y ellos le han contestado... -de repente deti
ad numérica de los yanomamis quienes son diestros con los arcos y flechas y los garrotes y las dominan a la perfección y con agilidad increíble, por lo que no hacen nada que los ponga en peligro por lo que gu
ncestros de esa criatura
s compañeros que ahora están todos en pie y silenciosos; sin emb
de verse cuando llegaron los conquistadores... La de ahora es un engendro que domina las peligrosas aguas, las llanuras y s
se adelanta alarmado
familias sin trabajos como ese...! O por ordenanzas de nuestro jefe continuaremos ca
uerreros de entre los aborígenes levantan sus armas listas, pero el chamán los aplaca y segu
o o dentro de sus aguas infestadas de caimanes, algunos creen que vive en una ciudad que se sumergió hace muchos años... Ustedes no lograrán abatirla, pero s
sivamente analizaba la situación, decide aban
s con un lagarto resbaladizo que te mira con ojos inyectados en sangre, ¿cómo no temerle a eso y tratar de darle caza? S
vuelve el silencio. Después le habla al que ha estado traduciendo
os serán de ese campamento los que tengan la sabiduría para evitar a esa criatura. Al despertar s
el conocimiento de cómo regresar a salvo. Mientras les van pasando una vasija con un líquido caliente, aromático y de amargo
u alrededor y solo divisa a los que llegaron con él. De los aborígenes no queda rastro alguno y encolerizado intenta buscar entre los bultos soñolientos la carga que traí
ebrarme el hombro? Estúpido podías
na patada levantando polvo
lado de nosotros! El chamán y los suyos debieron percatarse de
selva, ahora no tenemos nada y s
s los senderos -aconseja de Souza mientra
a que los conduce a una antigua vía férrea que hace mucho tiempo dejó de ser utilizada, pero es bien co
ías a
sar de lo encontrado no logran dar con algún indicio de que sus depredadores moren el lugar en la actualidad, puesto que es lo único con lo que se han estado tropezando cada ciertos tramos y así continúan rastreando cada sitio al que llegan y a unos doscientos sesenta metros de recorri
stimentas de esos cadáveres no son de estas tierras y aque
eso aquí dentro -
ajo que pasaron para introd
as pertenecían a una expedición norteamericana, reconozco esas ropas, aunque han
sitio para refugiarse? Si lo frecuentaba o fre
cuentro una exp
a compañía se adueñara de las tierras que estamos talando...
poco tal vez se ocultaron aquí de esa bestia y por t
io jefe - reco
aquellos dos desconocidos utilizaron para crear una pequeña mesa, sillas, anaqueles y una rústica barricada que pretendía cerrar el acceso a otro túnel que conecta con aquel segmento de la gruta. Minuciosamente, lo revisa todo intentando descubrir el nombre del navío, después observa con detenimiento caemos todo como está, creo saber la procedencia de estos desdichados, vamo
ciendo señala a la oquedad del otro extremo, todos se voltean a mirar y divisan la escalo
ma João, alarmado mien
o seguido de un estridente y escalofriante chillido, cuando martilla nuevam
ncolerizado Caetano e intenta correr en dirección al pasadizo se
a al indígena, se ha puesto de rodillas y reza en su idioma, así de nada nos serv
o el peso de la razón, pero mentalmente lo pone en una bala
mento junto con el resto, los demás seguiremos a la criatura... Tú entre ellos te vienes c
muy convencido, debe acata
ía te quedarás con dos más y ya han escuchado al jefe... Re
es, siete hombres se internan en el tú
los otros que mantenían la vigilancia en los pasadizos y cuando se reúnen co