Un milagro de navidad
xan
nuncia a un futuro que nunca sería. Cerré los ojos, dejándome perder en el momento, sabiendo que este era el último contacto que compar
lágrimas caían como pequeñas gotas de tristeza en mis labios, y mientras la veía alejarse, sentía un nudo en la garganta.
as y los sueños que se desvanecían. Me preguntaba si no quería ser padre. Solo podía recordar cómo mis padres habían sufrido criando cuatro hijos,
ía libre porque lo había pedido para una cita para operarme y no tener hijos, por algo mal firmado. Me tocó posponerlo, y cuando iba
menos pesado, mejor paga y, sin duda, la tenía a ella. Esa misma que en su oficina era una mujer inalcanzable de v
e de ello. Me imaginé el vientre abultado de Louise, cansada y agotada por todo el trabajo que tendría. Por todo lo que haría, porque era una
quería. Yo quería que ella saliera adelante y fuera libre, que disfrutara esa soltería. Ahora me daba cuenta de que me equivoqué, que ella
supe. Se haría para siempre. Yo no la quería perder. Yo quería estar en la noche junto a ella, cuando llegar
onaba al darme cuenta de que ella era más que una compañía ocasional. Era la mujer que podía haber sido mi compañera de vida, la m
se apoderó de mí mientras me quedaba allí, en medio de la calle, contemplando las decisiones que me llevaron a este punto. Y aunque sa
u brazo. No podía perderla. Si
esitas
z no operarme, me había traído esta oportunidad de
y, quizás, un atisbo de esperanza. Aunque estaba decidido a no ser padre, la posibilidad de perder a Louise me afectaba de
promesas vacías, no quiero que después
nsión tácita entre nosotros, una aceptación de que esto no resolverí
a comprender incluso mis contradicciones y temores. Esa misma que siempre trató de desentraña
us palabras fluían con autenticidad, como si estuviera compartiendo fragmentos de su alma sin reservas. Me encontraba atraído
interpusieran en el camino. Ahora, en medio de este giro inesperado del destino, me di cuenta de que necesitaba reconectar con esa parte auté
había imaginado, sin ataduras y llena de libertad, ahora se veía amenazada. Pero al mismo tiempo, una chispa de cambio comenz
la mamá, pero la mamá estaba tan lastimada, que debía ir c