icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon
RENACIDA

RENACIDA

icon

Capítulo 1 Capt 01 En una era imprecisa

Palabras:2390    |    Actualizado en: 15/06/2024

ómadas pasaban de largo en su incansable emigrar y el montañoso lugar no era el idóneo para vivir, si resultaba exce

blos en constantes pugnas, y cada clan cargaba con sus propios dioses, reglas, estatutos sociales u orden jerárquico, y tod

camente un clan se mantenía alejado del resto. Sus integrantes eran esquivos, poco conversadores y nada amigables, no obstante, nunca

con la venia del dueño o vecino del terreno, sí que hubo reyertas que culminaban con la muerte de uno o más adversarios, más estas eran provocadas por otros temas como: amoríos ocultos y no consentidos, ultrajes a hermosas

az y bienestar y si bien los credos continuaban siendo dif

de ataques furtivos ejecutados por guerreros errantes que recorrían la tierra en busca de pillaje y botines, precisados a contrarrestar tales desmanes decidieron unir fu

voló de sitio en sitio, conllevando que con ello más tarde comenzaran a ser víctimas de periódicas incursio

oculta casta de decenas de guerreros jóvenes los cuales tomaban el mando y alistaban a sus moradores para defenderse. Hechiceros y druidas invocaban a sus tenebrosos dioses y lanzaban conjuros malditos en las

vienda destinada para tales asuntos. La algarabía es general y un anciano se levanta golpe

eja dejaba de ser arriesgado, pero me quedó más remedio, porque de lo contrario continuaremos si

con su habitual voz gruesa. Y opino que debiéramos esperar a que el caudillo Alu

baba de regresar de un extenuante viaje, dejémoslo de

tán obligando a hacer lo mismo y marcharnos hacia otras tierras —pr

rá quien desee apropiarse de lo ajeno... I

rreros para que nos alisten para el combate —emitió Atkor, un joven

a diario, los granos y suministros son robados impunemente tras cada invasión y cada vez se suma

lo. Quizás tengamos tiempo de hacerlo antes de la próxima cosec

de ellos diez de los nuestros no vuelven a ver el sol —argumentó

s se ocultan en las despensas al solo escuchar el relincho de u

n visto caer a muchos de conocidos. El bastón golpeó reiteradas veces e

os y de nada nos ha servido hasta ahora... Cuántos de ustedes se han preguntado, ¿por qué dichas invasio

do —reconoció Dortho, quien desde ha

visitarlos en busca de intercambios, fueron expulsados sin tapujo

deben saber que esos condenados moradores de los bosques

ones inundan la estancia y cuando empie

s ovejas y ganado...? ¿Quién de este pueblo me asegura haber escuchado el aullido del lobo en los predi

ris —reconoce públicamente Dortho, y echa una ojeada a su

es Atkor, quien deja e

tos territorios, eso lo sabemos y evitan adentrarse en tierras de humanos, ya que los cazamos sin piedad. Sus aullidos

lobos comunes y si lo piensan detenidamente comprobarán que son más poderosos, escalofrian

e hasta los caballos se encabriten y relinchen de pánico, pero... ¿Renacidos? ¿Qué locu

n, quien se ha mantenido silenciosa hasta el momento, se aparta del grupo y se detiene junto a Chiferi

ban. A aquellos que antecedieron a los que en la actualidad habitan la colina llegaron desde un lejano territorio donde

ezcan, y ellos no lo son. Tu lengua emite sandeces e improp

uando nunca demostraron ser adversarios o beligerantes, acaso t

rtirse en lobos. Aquellos cuentos me fascinaban y aterraban a la vez, y siempre imaginé que si no eran invenciones de mi abuelo, en el imperio de Merthalia, fuero

s niños a que no se alejen d

mundo! Escuchen y no interrumpan má

enfundada espada, los que, continuamente, opinaban e interrumpían constantemente sin aport

n anterioridad en aquellos territorios y comarcas en las que un monarca juró acabar con todos... Viven a pocas leguas de

para tal afirmación —cuestionó Dortho y otros lo

de sus arrugados brazos y temblorosos dedos, mas no le prestan atención. Haxni

uen aplacar los ánimos es que el an

impetuosos y alocados y persiguiendo a un enorme ciervo, nos adentramos al atardecer en aquellos siniestros bosques al que nuestros padres nos habían advertido no acercarnos, pero quien en su lozanía sigue el consejo de sus mayores, ya en lo profundo perdimos todo rastro de la presa y nos desorientamos y sorprendió una noche donde ya surgía la primera luna llena del siclo correspondiente. Fue entonces que en medio de aquella tenebrosa oscuridad escuchamos aullidos, los cuales

mo fue posible que lo ocultara dura

hiferis... Continúe

corto tiempo nos resignamos esperando la muerte; sin embargo, cuando ya no podían horripilarnos más, comenzaron a cambiar de forma y para asombro mío y de mis compañeros, ahora estábamos rod

ente desnudas —cuestionó Bul

on desprecio y el ancia

n benévolos con nosotros y después de una larga charla nos guiaron hacia los linderos del bosque y dejaron partir, pues sabían que éramos jóvenes d

se mantuvieron silenciosos y pensativ

los que ahora llama nuestra salvación, son los descendientes de una raza que fue casi aniquila

mpo dejó de tener sentido para ellos. Y no

Obtenga su bonus en la App

Abrir