Lágrimas de la Luna: Bailando con los príncipes licántropos
vista d
ebajo de mí y una mueca de desp
ería ser un honor servirme. ¿Lo e
ágrimas con mi duro miembro, mientras u
ron fijos en los míos. Esa chispa de resistencia tenía un encan
rutales para asustar a esta mujer y a otras co
someterse a mí, a c
la barbilla y la obl
earon débilmente mis piernas como si pudiera defenders
e ansiaba dominar por
mi miembro contra su suave rostro. Sus lágrimas de humillación
su boca temblorosa, e
solo intensificó mi lujuria. El líquido pegajoso que había en la punta m
fuerza y empecé a
pó de mi garganta mientras la
to entre sus labios y mi miembro fuera
e parara. A mis espaldas, la cortina cru
ra, mi rostro
c Reeves,
endo?", pregunté entrecerr
ueltes", dijo con un
egó gélidamente. "Luego podrás arrastrarla a tu palacio. No causes
res tan molesto", murmuré y empuj
rlé mientras me subía los pantalones. "¿Por
sangre del poderoso linaje licántropo. El lobo de Dominic había sido el último en despe
n como Dominic, quien vivía para servir a los capri
n indiferente. "No importa si eres más fuerte, no p
ecía mi furia. Dentro de mí, ardía e
Si mataba a esta mujer, él no dudaría en exager
el favor de mi padre, al mismo tiemp
udé y arrojé a regañadie
a pena la
y un fino rastro de semen adherido a la comisura de su boca. Me re
mi interior mientras recorr
urvas resaltaban y me tentaban de mane
habérmela llevado antes, pero ahora había perdido l
trapada en el palacio. Habría muchas o
tro. Incliné su barbilla para obligar a sus ojos llenos de lágrimas a
ella. Sus palabras apenas era
nna Du
i estremecerse. El miedo en sus ojos era c
nrisa maliciosa. "Pero no creas qu
salí con un giro brusco, dej