Lágrimas de la Luna: Bailando con los príncipes licántropos
vista d
, estaba completa
spiración entrecortada en la garganta
al de estar entre la vida y la muerte persistía c
abía m
yo jadeaba para respirar. Mi cuerpo te
hacia adelante como una marioneta cuyas cuerdas se acababan d
Su agarre en mi cintura me hizo temblar, y sentí
susurré con v
ó sus ojos, pero se desvaneció
perder el equilibrio mientr
ces que me di cuenta de que seguía desnuda. La humillación me abatió como un maremoto. In
teza...", tartamu
que mi tropiezo hubi
esión pensativa. Lentamente, casi sin darse cuenta, levantó la mano que me había soste
igroso en sus ojos: una amenaza sutil y acechante.
jé la cabeza instintivamente, temiend
voz ligeramente temblorosa: "Su Alteza,
stante. Sus ojos se posaron de nuevo en mí. "Elige a quien qui
al hubiera sucedido, dejándome con
intió varias veces y se apresuró
a los tres príncipes. Las que no fueron elegidas se veían aliviadas. Me estaban mirando co
en lo que podría deparar el futuro. La desesperación se
Hayley para detener el
dio la vuelta para dirigirse al resto de nosotras. "Mañana serán presentadas ante el r
encia estaba llegando a su fin. Pero justo cuando i
nse! Nadi
y, una vez más, sentí e
tras. Sus tacones altos golpeaban el suelo con cada paso. Su
cabeza, frunciendo el ceño a pesar de mis
. "Señorita Kristina Harrison, ¿qué la t
frío desprecio. "Escuché que Bryan se interesó en
ezas se girar
es de que pudiera hablar, Kristina se pu
quien despertó el