Lágrimas de la Luna: Bailando con los príncipes licántropos
vista d
a visibleme
la boca, ella soltó un bufido desdeñoso. "No es nada e
erior, alguien que nunca había cuestionado su lugar en la cima. Bajo su escrutinio, sentí cómo la vergüenza se elevaba en mi inte
an despojado de toda mi dignidad de loba y me hu
a, retiró la mirada y examinó
l Beta y futura reina! Ni se les ocurra pensar en intentar seducir a los príncipes pa
mí sus ojos llenos de desprecio. Hizo un gesto con la mano y la d
emente mi rostro mientras ella agregaba con voz escalofriante: "Ahora, les
o. El miedo paralizó mis piernas y las convirtió en gelatina. No me atrevía a mov
, tartamudeé con desesperación. Había sido Bryan
de aquí. ¿Quién querría ser la
con un gruñido: "¡Cállate l
seducido a Bryan. "Te arrepentirás de esto, te
on claras cuando levan
abrieron de terror y retrocedí instinti
"¡Señorita Harrison, no puede hacer esto!", suplicó ella con la
Crees que eso me importa? Yo soy la hija del Beta. Por más
vientes retrocedieran con miedo. Luego, se abalanzó sobre mí, me e
gelada de te
er, cerré los ojos y me preparé para el d
en la
daga, suspendida en el aire. Su expresión cruel se había transformado en una de
preguntó con una voz forzosamente empa
vaga familiaridad. Al parecer, era
mirarlo y me quedé mo
yton Reeves se veía tan sereno como un arroyo, mientras que D
o alborotado con suaves rizos. Sus ojos eran compasivos y profundos, y transmi
e hizo señas a una doncella para que tr
que todavía reinaba en mi corazón. Un cálido sentimiento se agitó
apa sobre mis hombros, sus
y luego le lanzó una mirada ligeramente fría a Kristina. "