Lágrimas de la Luna: Bailando con los príncipes licántropos
vista d
tiene toda
. "¿Estaría molesta si no fuera por su descarada ambición? Su
ada cayó brevemente sobre mí. "¿Es c
de que quería defenderme, no importaba lo q
las acusaciones de Kristina. Se volvió hacia los si
ada incrédula. "¿La vas a dejar ir ta
ast
¡Si Padre se entera de que causaste un es
eguir protestando, pero apen
sirvientes para que nos llevaran a mí y a
que inclinaron la cabeza en señal de sumisión y fuer
una mirada fugaz a Clayton. Un inexp
un hombre sorprendentemente amable y educado, enca
ba con una fiereza que me dio escalofríos,
da, negándome a seguir
nso poder e influencia. Si seguía odiándome,
l peso del día era como una niebla sofocante. L
na loba sometida a los caprichos de los más p
estar obsesionado conmigo. Por lo tanto, seguir en ese
ientras emitía silenciosos sollozos. No entendía por qué mi vida h
elo se oscureció, mis lágrimas se habían secado. Mir
onado cuando llegamos al palacio: podíamos pasear por el ja
te. ¿Podría haber una salida de esa pesadilla? Rápidame
laberíntico que era. Mientras más caminaba, más sentía que l
por tercera vez, tuve que reconocer
eció y no supe qu
ué estás haci
rompió el silenci
ta lentamente para ver a Frank ace
estás haciendo aquí?", repit
ntro de mí mientras lo fulminaba con la mirada. "Entre to
taría atrapada en este desastre.
mbular por ahí", espetó. "Si el rey se entera, no solo
recordar su egoísmo. ¿Por qué siempre estu
escupí: "Me das as
ser aburrida y predecible. Jamás fuiste emocionante, no como Jessica. No s
. En cambio, lo miré con ardiente odio. "¡Tuve que haber sido ciega p
merecía ni una so
ra inútil?!". Frank se abalanzó iracundo
sonrisa en los labios. "Ahora tengo la protección de la rea
en el aire, temblando de rabia
ionado. "Has cambiado en muy poco tiemp
e di cuenta de que eras un sinver
ambio, lanzó su último insulto con malicia venenosa: "¡Ingra
é mirando con indiferencia su rostro retorcido. Luego