Mi hermoso tesoro
¿Puedo
o y miró al hombre. Sus ojos se abrieron de par en
lo para la vista. Tenía la mandíbula fuerte y ligeramente apr
rriba abajo, mord
ver la mirada cómplice de él. No podía
ley sintió que se le llenaba el estómago de mariposas. Intentó concentrarse
yó decir mientras tomaba asiento frente a ella. Golpeó
los ojos en blanco antes de volver a su libro. Se
decir?-preguntó el hombre, c
n un tono molesto, t
te con un pequeño ceño fruncido. Leyó la
ible concentrarse
te y supo que era por
algo o incluso que me reconocieras
deseo no deseado y ella hizo todo lo que pudo pa
el vacío. Empezó a preguntarse por qué el hombre se sentarí
hombre y le miró
s ser amable con usted. Ahora, si me disculpa, me gustaría seguir leye
rgullo y prejuicio? ¿T
o miró por enci
algún probl
ía relacionarse con gente como él. Tenía toda la a
ir con eso, mia bella? Por favor,
e cree por encima de los demás y que no tiene problemas e
se recostó en su asiento. Le
ta y cruzó el bra
?-cogió el libro
ulminó con
as personas tocaran s
petó antes de volve
asiento. -Bueno, eso no está bien mia bella. ¿Has oído
a tan molesto. Pe
a camarera. Sus músculos se flexionaron al
iota
y, dices?-le pr
implemente genial. Ahora él sabe que ella lo estaba mirando.
a antes de coger su bolso. Dejó el libro dentro, se levantó y
re, salió de la cafetería y se ade
l corazón se le iba a romper en mil pedazos y sintió que la cabeza se le alig
palma de la mano en ella, rezando para q
es decir? ¿Por qué
ada para mí-. Sus fríos y penetrantes ojos gr
ó caer la
o la
la mano sobre el vientre. -No pueden vivir en casas separadas. Lo que sea que haya hecho
ntó una cej
es decir con hijos? ¿No quer
za. Le cogió la mano y se
tener gemelos. Me he
te y le retiró la
oques-.
trocedió de nuev
con la mirada y se
a renunciar a mis derechos. Ni siquiera sé si son r
do! ¿Qué te ha pasado? Asley gritó tra
o un segund
había ninguna equivocación de la grieta que estaba en su voz. -Confié en ti-. Dij
su boca mientras sus lágrimas caían una tras otra. Enterró la cabeza entre las mano
base del estómago. Su corazón se rompió aún más, si es que eso era posible, s
iró aliviada cuando se le pasó. Se secó las lágrimas y se dijo a sí misma q
ton. Al abrir la puerta, sintió que el corazón se le contraía de dolor cuando el olor familiar d
, sabiendo que posiblemente, esta sería la última vez que estaría en la comodidad de él. Las lá
la y para despertarse a la mañana siguiente en sus brazos. Rezó para que el dí
l teléfono de la mesilla y se secó las lágr
cualquier indicio en su v
u mejor amiga. -¿Estás bien? P
an las lágrimas de nuev
ida había odi
n?- tanto c
teléfono con fuerza. Sus ojos se cerr
les. Por mucho que Asley quis
noticia a Dalton?- le preguntó Amaia e
dijo ella en
Qué pasó?- in
lágrimas y r
uiere el
l silencio duró unos cinco minutos a
Agarró con fuerza las sábanas de la cama porque sabía que lo que dijera a continuación a
Gimió y se agarró la cabeza, sentándose en la cama. Miró al lado de D
ció el ceño al ver
iempre esperaba a que ella se despertara antes de
de baño. Al mirarse en el espejo, se encogi
había h
l cepillo de dientes y empezó a lavárselos mi
mario. Se puso una de las sudaderas de Dalton y
ton?-
tió que se le revolvía la preocupación en el estómago. Se sentó en la mesa y co
eléfono sobre la mesa. Apoyó la cabeza en las manos y rez
que estaban las servilletas. La curiosidad se apoderó de ella y cogió el sobre
Legal del
aer. Se le nubló la vista y le temblaron las manos al leer los papeles del divorcio. Se puso
s de la custodia. Cerró los ojos y rezó para que aquello no fuera más que un s
a rea
. Estiró las manos y lo cogió. Asley volvió a mirar los
los pa