El desprecio por ser embarazada
za y mis ojos se encontraron con los a
ueros hasta la rodilla, pantalones y una camisa blanca. Estaba tan guapo como cuando lo vi
alemán y otra cosa. Era precioso. Su pelo era negro y s
pió mis pensamientos
intentando que se fuera
ó con el ceño frunci
as lágrimas su rostro cambió inmediatamente a preocupación. -¿Qué p
a recepcionista que estaba demasiado ansiosa por escucha
ar en otro sit
in
irección de la que venía. -Vamos chico; parece que e
moteó, pero
pulsó un botón de la pared. No levanté la vista para
lama
para encontrarme c
¿
ada y señal
lama
udad, los perros se llamaban como las canciones y los co
Charles Spaniel mezcl
os Cavalier King Charles Spaniel perros p
nr
cieron sus padres, y no me importa porque es increíble-. Esbocé una
un hombre normal. Los asesinos en
así que lo hice en silencio. Detuvo su puerta y empezó a sacar las llaves del bolsillo. Introdujo la llave en el meda
o. Decidí confiarle mi vida y la de mi hijo. Confiar en que
ntadas de azul grisáceo oscuro. Los muebles eran rústicos y oscuros, y el sofá estaba salpicado generosamente de
erta tras de sí y ven
l sofá y me indicó que me sentara, y cuando lo hice, King vino y se sentó justo a m
bre? ¿Quiere
desde las seis de la tarde y caminar a
por f
suponga que no debes comer?-, pre
leche, alimentos de hojalata, pe
ió y
ortarme las sobras? No tengo casa, por Dios; me encant
me trata como a un niño, así que me trae la cena al menos dos veces por semana. Tiene miedo de que me olvide de comer-, despotricó mientras sacaba el plato d
con la
cían detrás de esos mostradores, pero no podía ser exigente porque no tenía elección. Así que comí
o peor, así que ¿por qué voy a preocup
la vida, agradecido por la familia y, lo que es más importante, agradecido por el
tones del microondas. Miró por encima
e gusta
pregunta dirigida a mí, respondía -agua- porq
lquier cosa
anja. ¿Cuál prefieres?- No recordaba la última vez que había tenido tantas opciones en mi vida. Ah, sí, no puedo
. La uva era mi fruta favorita, así
mi tiempo para echar un vistazo al apartamento.
la foto era su madre. Parecía tan feliz y sus ojos azules brillaban de amor. Sonrío ante la imagen íntima, deseando tener a mi madre conmigo. Secándome las pequeñas lágrimas que se me estaban formando, sigo mirando las demás fotos. En una mesa junto a la ventana, había una foto de boda
haciendo lo único que el
arme embarazada
ega para no ver que Wil
e ser tan
ente me atrae hacia sus brazos para abrazarme. Al principio me pongo rígida ante el contacto, pero luego cedo y dejo que las lágrimas caigan con más fuerza. Mi madre fue la últi
e que pueda entender el dolor emocional por el que estás pasando ahora mismo, pero ahora te digo que no pasa na
haces?- pregunté
lante. Tú también deberías hacerlo. Vas a comer, a ducharte y a acostarte. Mañana, cuando te despiertes, serás una persona nueva. No una adolescente embarazada sin hogar que no tiene a nadie, serás Jaky,
o y repetí s
uería creerlo. Pero, ¿cómo iba a hacerlo? Después de todo, sigo embarazada y sin ho
pensable, no quería ser residente de paso, y no quería ser la sin techo embarazada. Quería s