icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

AMOR IMORTAL

Capítulo 8 8

Palabras:5070    |    Actualizado en: 29/10/2024

etrás de l

mayo

mo un completo idiota si las cosas no suceden como lo planean. Así que, actuar con normal

había en mi rostro, hacía preguntas a cada momento, demostrando que le interesaba saber más de mí. Por un momento creí que después de ese día jamás volvería, pero me equivoqué,

neado una noche perfecta a su lado, bastante romántico o quizás cursi; si lo miro desde otra perspectiva. Prometí pasar por ella a su casa a las 8:30 p. m., pero mi emoci

a ventana, solo corrió unos cuantos cent

oches. Busco a Li

a y dejó caer la cortina. Creí que me había hecho un desplante, pero no fue así. Solo tardó unos cuant

or, sigue,

está en su habi

mismas pecas que recorrían todo su rostro. Pero, a diferencia de Lia, su madre no tenía tanta alegría en l

hando, ¿en verdad su madre me daría un sermón respecto a Lia? Creí que podía soportarlo, pero resultaba en verdad incómodo-. Me encantar

u madre, no entendía ese tipo de situaciones. ¿Serí

te su hija tiene una madurez bastante desarrollada, es astut

a mujer, pero entendía que dejaba una impresión de ser un exagerado. Su

de tomar? ¿Un vaso de ag

uaría hasta volverse cada vez más incómoda, p

e ella respondió con una sonrisa similar. Me invitó a su sala y

ces Lia e

spuestas tan obvias no le causaran

to a ella. La mayoría de las veces tarda horas bañándose y o

e intentaba ser graciosa. Tuve que reír, aunque recono

¡Ven rápid

a su madre, que se puso de pie en un solo movimiento y corrió a las escaleras subiendo a toda prisa. No sabía

nte al espejo. La señora dio una vuelta completa al notar que no estaba ahí, así que de inmediato salió esquivándome, pues, yo estaba justo detrás de ell

bastante aflicción. Lia no despegó la mirada ni u

s noches y cuando intenté despertarlo, me di cuen

pero por razones lógicas siguió ha

ambulancia -dijo

puesta a salir de la recámara; imagi

llegar, traigo mi auto,

iendo una situación muy complicada. Julián estaba realment

r, eso es lo me

e pude, la hice a un lado y procedí a cargar en mis brazos a Julián. No podía creerlo, era tan desligado, sus brazos se sentían como algodones, su piel era tan blanca, pensé que se trataba de una condición que mantenía desde hacía mucho y no era por el estado en que se encontraba en ese momento, com

e Lia subió con él y comenzó a hablarle, intentando tener alguna respuesta de su parte, pero nada funcionaba, estaba inconsciente por completo. Subí al auto y cuando cerré la puerta, su madre ya estaba sentada junto a mí. Podía ver cómo limpiaba sus lágrimas. Apenas encen

mirada al frente. Lia me había contado todo, yo sabía que Julián tenía cáncer desde hacía 5 años, también sabía que habían pasado por momentos difíciles como ese en el pasado. Cuando ella me lo contó me causó pesar, pero en ese instante, estar allí y verlo con mis propios ojos, me dejaba en claro que era algo mucho más difícil de lo que pude

de Lia se adelantó mucho antes y entró al lugar. Cuando estaba por cruzar la puerta, dos camilleros llegaron con una camilla lista para Julián, sabía que mi misión había terminado, ellos sabrían qué hacer. La seño

tierna voz llena de dolor, mientras sentía

, nació directo de mi corazón darle un beso en la frente,

ara ti y para tu

más alto que ella, pero, aun así, cuando me miró mientras me abrazaba, tuvo que levantar por completo la cabeza y entonces puso su total aten

darlos -le dije mientras sus her

asiado cerca y me dejó una nue

as estar en un hospital, sino cenando y pas

lián ni de tu madre. Las circunstancias de la vida jamás terminan

brazo tan cálido y lleno de cariño, pero lo com

añas adentro

e mientras la abracé a través de los hombros y

aba sobre Julián y lo entendía de esa manera; no podía imaginar la incertidumbre de saber

compañía, apoyo y amor incondicional. El tiempo siguió transcurriendo, imagino que su madre habría salido ya al área de espera, pensé por un momento que nos estaría buscando y que quizás no vernos ahí le preocuparía, estuve a punto de decírselo a Lia, pero al volver la mirada hacia ella, pude verla completamente dormida aún recargada en mi hombro. Se encontraba despeinada, el cabello cubría parcialmente su ro

no pide hab

, Lia dormida y yo estaba en un estado de

bien? -preguntó Lia despertando de inmediato, s

, ¿lo harás esperar? Cuand

empo dejaba ver aquella molestia que no sabía expl

tó la señora mientras

nosotros esta noche, si no hubieras estado presente c

ecer. Hice lo que cualquier huma

Después de todo, era la madre de la mujer que quería y se t

tras tomaba el bolso que Lia había de

devastada

oz se quebró y el llanto fue inevitable. Me sent

así, Mariana. Pero tenga fe, Julián supe

o hay mañana, n

contienen su llanto y terminan fingiendo fortaleza, pero Mariana necesitaba

puedo asegurar -dije, i

eis

-pregunté

roximadamente seis meses. Si corre con suer

ido un mal diagnóstico y que los doctores dijeran que había una opor

ando no sabes qué hacer con tu vida, cuando los problemas y el dolor te queman desde adentro y te hacen ser una persona gris, sin alegría, sin un poco de luz que puedas compartir con los demás. Mejor dicho, creía en él. Pero ahora no me parece posible

s fundaciones de niños en situación de calle y, sobre todo, me amaba, o eso intentó hacerme creer. Yo caí rendida a sus pies, lo amé con locura, acepté cada parte de su ser, su piel, sus labios, su mirada tier

un crucero por Europa. Éramos la pareja perfecta, era el hombre de mi vida y cada momento agradecía que estuviera a mi lado. Unos años después llegó mi princesa hermosa, mi luz, mi camino. Lia entró en nuestras vidas y nos unió aún más, estábamos tan felices, tomamos tantas fotos de ella que llenamos más de 20

apaz de trabajar y aportar a la economía de su hogar, además para él no fue tan sencillo conseguir un empleo que estuviera al nivel del anterior. Comenzó a ser indiferente conmigo, comenzó a crearse ideas totalmente fuera de la realidad, las personas llenaban su corazón de veneno en mi contra, dec

ho años viera a su padre en ese estado. Así que lo afronté... lo que fue mi peor error. Era más alto que yo, treinta centímetros más alto. Se paró frente a mí y dijo cosas qu

esde hacía tantos años. Movía las piernas de arriba a abajo sin detenerse y yo, por mi p

elo, M

s liberador y tenía que funcionar para q

en el respaldo de la silla sin dejar de verla y continué escuchando su historia-. El hombre que elegí y por más de diez años amé con tanta locura, fue el mismo que me destruyó por completo. Me violó. -No me equivoqué, escuché aquella frase que esperaba fuera parte solo de mis malas ideas. ¿Qué debía hacer? ¿

embarazo no se concretara, le pedí a mi Dios que se lo llevara, que lo arrancara de mi vientre y jamás me permitiera ver su cara. Creía que la cara de aquel niño me atormentaría el resto de mis años. Pero fue mi peor error, mis palabras me condenaron, porque entonces mi hijo nació y supe que él no era culpable y

e ya no soportaba los golpes que su padre me daba todos los días, ya el cuerpo no dolía y mi alma no existía, con cada golpe que recibía solo me restaba amor propio y aun así, yo seguía convencida de que él cambiaría, que se daría cuenta del daño que

personas que había en el lugar regresaban a ve

ces la voz. -Ella miró todo el lugar y entendió a lo q

robaba que no era así, no solo que era un monstruo, sino un demonio... cada vez que Mariana hablaba de él lo podía confirmar-. Jorge murió una noche hace cinco años, muchas dirán: "Pobre mujer, perdió a su esposo y al padre de sus hijos. Pobres niños, su padre ya no está para ellos". Pero nadie sabe que para nosotros tres, Jorge está mejor hecho cenizas. Esa noche nos golpeó, insultó, escupió y lastimó de mil formas más hasta cansarse, nos mandó directo al hospital con fracturas e

con el que me casé que daba todo de él por su familia. Lloré por su recuerdo y no por el Jorge que casi nos mata a golpes a mí y a mi hija y lloré porque sabía que eso destruiría a mis hijos; ningún niño merece perder a su padre a esa edad

Tres días transcurridos con normalidad, hasta que... Tuve la desgracia de ver un periódico, la noticia del mes, creo que del año. Sabía que había muerto de forma violenta, pero como ya te dije, nadie me dijo más y yo tampoco pregunté. Separaron toda su piel del resto de su cuerpo y lo co

lado viene y se lleva a mi hijo y me dice: "Por fin morirá", como si Jorge supiera mis malos deseos d

helado, nadie puede imaginar lo que una persona vive en su interior, el sufrimiento

reo que debiste haber pensado un poco en ti y trabajar e

ro solo esperaba que supiera que intentaba entend

a decir; me iré con él, pues, no pienso vivir con su recuerdo, no pienso seguir sin tocar su rostro y escuchar su hermosa risa por las mañanas. No pienso despertar cada mañana extrañado su voz diciéndome mamá, no voy a vivir el resto de mis años recordando al hijo que algún día tuve, no iré a su habitación y merodeando entre sus cobijas percibir su aroma para

ner fe... te prometo que encontraré la manera de ayudarles y verás

s manos, me apretó con tanta fuerza, me miraba con aquella intensidad y coraje-. Quiero que muera, porque ya no puedo seguir viéndolo llorar, quiero que muera, porque no soporto escucharlo quedarse sin respiración por las noches. Quiero que muera, porque su piel cad

no por desear con tanta fuerza que mi propio hijo muera, pues lo acepto y voy a quemarme eternamente

ente con sus brazos de mis hombros y yo la tomé por la cintura. Recargó sus manos en las sillas y siguió llorando, posicionada de rodillas sobre el suelo, no sabía qué h

Obtenga su bonus en la App

Abrir