Adicto
Su corazón se aceleró cuando miró la sonrisa fría en el rostro de
ada, él supuso que se había puesto muy nerviosa
abiló los ojos y añadió: "¿Dónde
tan tierna y pequeña como una muñeca enrabietada; sus cejas estaban muy juntas y
ertirte en mi esposa, prometo guardar tan bien estas fotos que nunca na
e eres apuesto! ¡Anoche me trajiste a tu casa contra mi voluntad! Tu familia ni siquiera sabe qué fue lo que p
punto de hundirme hace poco, eso no es nada agradecido de tu parte. Men
Su sonrisa desapareció y sint
terrible en mi vida pasada pa
que un hombre guapo como él pudiera tratarla así, prácticamente la estaba chantajeando. "Bueno, primero, me gustaría agradecerte
davía asolaban su mente y la debilitaban, pero ya n
río y entonces la miró desconcertado y le pre
la cabeza de golpe y lo miró,
s con impotencia y continuó: "No tenía pensado dormir contigo, pero me tomaste de la man
se rascó la nariz con torp
roja porque, de hecho, t
no nos debemos nada!". Amelia no podía creer su suerte y luego agregó: "De todas f
do: "¿Entonces prefieres que todo el mundo
o y apuesto, podrías casarte con una mujer hermosa que te
ar las riendas de mi v
ida'. Ese pensamiento reso
er, ¿qué cosas no le habría hecho su madrastra? Sin embargo, ahora el panorama era muy d
é en tu cotidianidad y me encargaré de cubrir todas tus nec
bía decidido reemplazarla con Yolanda entonces ella también podía hacer lo mismo
y respondió con firmeza
nada, como si no tuvie
quedó sorprendido, pero rá
pero cuando nuestro trato termin
jame presentarme, soy Lucian Zhan, tengo treinta años y soy el CE
ó la boca completamente conmocionada, el apellido Zhan era de los más prominent
sunto y simplemente le estrechó la mano antes de decir: "Bueno, mi nombre es Amelia Mo
levarte a casa", se ofreci
sa?", preguntó
beres como esposo". Con una mirada seria en su rostro, Lucian tomó su abrigo lu
tirse fascinada cuando qu
se fue al baño para lavarse la cara y los die
, no se sentía como una extraña, era c
, le dijo Lucian desde el comedo
ta, no dijo nada sino que agarró
as manos y le sonrió. "Puedes hacer lo que quieras si
tenemos que fingir ante los demás, pero en privado podemos ocuparnos de nuestros propios asuntos".
ida, no estoy interesado en ti, si lo estuvie
a que ya habían llegado a un acuerdo, no le quedó de otra