Amor inquebrantable

acercaba cada vez más a Raegan. Y entonc

ber si Mitchel la había

que llevaba en brazos era la misma que habí

aba de

zapatos eran de plom

lo que la rodeaba, y s

or preguntó: "Señorita

desconcertada

Era solo cuestión de tiempo para q

testó: "Por favor, llév

en Bahía de Cristal tr

ad, así que lo compró a crédito. No era muy grande, pe

comprar un apartamento. Se ofreció a d

comprar ese apartamento fue la única decisión ac

dencial, se sentó sola en el

os últimos dos año

r y cerrar de ojos, aunque fueron

amor podía m

ra. Por fin se dio cuenta de lo tonta que había sido. Se h

che cuando Raegan decidió

ascensor, vio a Mitchel

camisa desabotonados, lo que revelaba su cuello esbelto y parte de la claví

edó congelad

visto en el hospital con Lauren?

doblado sobre su brazo y una mano en el

tó, con un tono ligeramente malhumorado como

o que lo había puesto en mod

amadas perdida

mera vez en sus dos

sin parar porque no la e

tasiada con esto. Cualquiera habría pe

o de vuelta a su bolso, cruzó los brazos

ra en su reloj y dijo con impaciencia: "

a Raegan por todas partes. Al no poder encontrarla, le pidió a Mateo que revisara

an se había ido a Bahía

Vámonos a casa ahora". Acto seguido, Mitchel se dirig

ra volver a Vi

o. Solo se limitó a mirar su ancha

Acaso tendrían u

bía dado un solo paso. Frunció el ceño y preguntó: "¿

u rostro, haciendo que su perfi

hondo y soltó:

te ref

ió fría, y su hermoso ros

espacio. Después de todo, pr

corazón se retorcía de dolor como si alguie

remos desc

agregó: "Raegan, ¿qué crees qu

Raegan desconcert

de su matrimonio había sido el resultado de un acuerdo mutuo. No había

ns. Muchas jóvenes anhelaban su amor e inclus

tenía miedo de que ella no lo dejara ir tan fácilmente? Si

"Lo siento, señor Dixon. Estaba pensando demasiado. De cualquier forma, po

egan no pudo evita

os con el hombre al que había querido dur

que era, sabía que e

ue dejara de hac

uz del corredor em

ese momento creaba una atmósfera que recordaba el m

se comportaban como pequeñas diablas, sent

o las lágrimas en los ojos de ella, la rabia en su interior se apagó en un

lla. Señor Dixon, por

ellos, y el incidente con Tessa no

asó junto a Mitchel y estaba

taba disgustado co

, luego dio un paso adelante y la

a, ¿de a

ó el brazo por el hombro y

e que ella estaba ardiendo

es fie

l instante, y apoyó débilm

aba toda la

arla, parecía que se inclinaría p

ta de que su cuerpo estaba demasiado cerca del suyo, a

uevo y la sujetó por la cintura. Con el rostro frí

repente, él la levantó en braz

imiento, Raegan preg

ciendo?", replicó Mitchel

mó Raegan sorprendida, parec

perdiera a su bebé si la trat

nto equivocado, seguía siendo su pequeñ

de Mitchel; sin embargo, su agarre firme h

rma, así que tienes que ver a un d

orazón de Raegan latía con tanta fuerza que parecía que podría salírsel

No quiero ir