icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

La fría y calculada resolución del cirujano

Capítulo 7 

Palabras:940    |    Actualizado en: 27/11/2025

vista de

urdas y crueles. ¿Una orquídea rara y mítica? ¿Pa

í, una neurocirujana, a buscar alguna hierba antigua? ¿Después de todo lo que me has hec

ió, una tormenta ges

rostro, y me mostró una foto. Era una representación digital de la urna de Anahí, destrozada, sus cenizas esparcidas, per

ción de las lágrimas. Solo lo miré, mis dientes ap

o de ganar tiempo, de hacerle ver lo ridículo de todo-. ¿Tú, un magnate de la tecnologí

nes -dijo, su voz fría, final

zón dolía con una desesperación hueca. No tenía

e la ciudad desvaneciéndose en el horizonte, vi a Carlos y Aurora en la lujosa cabina de abajo.

, saludó con una

r bastante peligroso en esta época del año. -S

vidriosos por el alco

é lástima que esas manos tuyas ya no sean capaces de tal delicadeza. -S

vidado por completo que mis manos, las manos de las que acababa de burlarse, estaban destrozadas po

queño bote inflable, junto con un traje de buceo y eq

rdias, su voz plana-. Ahí es don

e zambullí en el agua fría y oscura. El abrazo gélido

dañada pulsaba con un dolor desconocido, haciendo que cada movimiento fuera una

toda velocidad, apenas rozándome. Un tiburón. Mi corazón saltó a mi garganta. Me pegué contra una pared de r

ueta monstruosa contra la tenue luz que se filtraba desde arri

brillo tenue, casi iridiscente, anidado entre un grupo de

ríos e indiferentes de Carlos. Pasaron ante mis ojos, alimentando una rabia deses

, mi mano dañada gritando en protesta. La arranqué de

n tiburón, sus mandíbulas abiertas, una aterradora fauces de d

como un garrote, y lo balanceé con toda la fuerza que me quedaba, golpeando e

uñeca derecha. Se arrugó, los huesos rechinando, una nueva ola de dolor h

efugio, ahora se sentía como un sudario sofocante. Me estaba hundi

, sus ojos abiertos con un terror frenético, zambulléndose en

rbujas plateadas. Parecía tan desesperado. Tan ridículo. El hombre que me hab

nca. Nunca haberlo amado. Nunca

Obtenga su bonus en la App

Abrir