Haciéndole un favor a mi jefe
vista de
lpeado con un martillo. Suspiré, apenas podía abrir los ojos mientras sentía que el dolor me palpitaba en las
nebulosa. ¿Y ella? Realmente esperaba que hubiera llegado a su casa sana y salva. Me senté d
gió el corazón. ¿Quién diablos era? No podía creer que había traído a una mujer a casa pa
me imaginaba quién era. Luego, a medida que mis ojos se acostumbraban a la luz, me di cuenta de que se trataba de Winona. Esperaba no haber pasado la noche con e
dome a recordar cualquier cosa de la noche anterior. Mis rec
qué caminas así?", preguntó el
ellada. Sonaba desesperado y en pánico. Ella solo me miró y se echó a reí
upes. Solo me pediste que me quedara, as
sintiendo que me quita
cosa menos por la que estresarse. ¿Po
a dormir en tu cama, pero te rechacé".
s que no debiera?", pregunté, preocu
e divertido cuando estás borracho. Debo adm
Me alegré de no haber
una ducha rápida. Si quieres asearte un poco,
de ir a trabajar, solo para buscar algo de r
osas? Sé que ustedes las chicas sí se cambian de ropa, a dif
ué un par de toallas de mi cajonera y se las di. Como el baño estaba al final del pasillo, ella se quitó las mantas y s
ra de pensar en ella de esa man
la, con una sonris
. Teníamos que movernos rápido, ya que aún teníamos que pas
..
nuestro turno. De camino, paramos a desayunar; no había
ros. Algunas de las personas que nos miraban eran amigas de Leona, y no me cabía duda de que ella se enteraría de esto antes de que terminara el día. E
a, volviendo a su tono firme y profesional. Lo
ua, si no te importa", respondí,
fue a buscar lo qu
rla allí me crispó los nervios. Estaba seguro de que le había dic
eté, con una voz más du
ñado, Davidson". Me lanzó una
ncluso después de seis meses separados y varias semanas si
ella de todas las formas que recordaba. Sus curvas, sus largas piernas, esos tacones... todo eso captó
a inestable, ni de lejos tan
por los viejos tiempos", murmuró, dejando que
empre lograba romper mis defensas, y lo sabía. No era la primera vez desde la ruptura que intentaba a
ntiendo ya que estaba p
murmuró, deslizando su mano hacia abajo, s
un g
le devolví el beso, perdido en viejos recuerdos y sentimien
a caer en sus br
y di un paso atrás, di
y a permitir que me uses cuando te apetezca.
ás después de que nos separáramos, y lo que él no sabe no l
. No vuelvas. Lo digo en serio. A menos que estés aquí para firmar los papeles del divorcio, no quie
? ¿Te la estabas tirando incluso antes de que te dejara?
e haber sido ella quien se marchó. Aun así, me pareció casi divertido lo enfadada que se estaba poniendo. Una part
que responderte. Ahora sal de mi oficina. Vete, aho
ue aún me deseas, Davidson", espe
ró. Se me revolvió el estómago; ya podía im
as acostando con mi marido, z
arme, Leona. Lo que haga o deje de hacer con Davidson no es asunto tu
mera vez, Winona se mantuvo firme frente a L
caba. Ahora que ya nos habíamos separado, por fin Winona se defendía. Leona se echó
cia mí con una mi
fue
sta vez no iba a pasar. Mencioné que estaba saliendo con alguien, aunque n
nicamente sigue siendo tu esposa, pero es todo un caso apar
mbién esbozara una sonrisa. Dejó los ana
Tengo varios viajes próximos, así que tendremos q
toda suya", respondió co
la intención que sonaba. Se dio cuenta, negó con la cabeza y se