La suerte de ilein
más -pero ahora, el vestido le desvelaba curvas suaves mientras el coche sorteaba las calles iluminadas de Milán, y su
. Máximo respondió en italiano, voz de hielo: "È la mia città ed è bellissima" (Es mi ciudad y es
usi, non ho capito" (Señor Moretti, disculpe, no entendí). S
señó, pero prefiero mi idioma. No te veo futuro si no lo dominas -f
ga: "¿No ves la necesidad de ser grosero?"
orzarse". Pausó, tono seco: "Pequeña extranjera, la vida es dura. Habla conmigo en
ito su permiso para mis oportunidades. Estoy aquí
s. El silencio se abalanzó sobre el coche, pero la tensión sexualexquisito, fachada iluminada como un cuento de hadas, columnas de mármol con enredaderas verdes que oc
en español, aunque no es perfecto". Su mirada recorrió su cuerpo -incómoda,
e Ilein. Gracias p
altura", respondió Vittorino,
os caminaron hacia un salón con chimenea que crepitaba con fuerza. Una ama de llaves le pidió el abrigo -Il
lvió a su expresión fría. Ilein sintió un temblor violento en
invitó a sentarse en un sofá de terciopelo rojo que absorbía la luz.
ste. La familia es lo más
r Moretti
la tuya. ¿Cómo e
o: "Mi madre cuida a mi abue
rman
mayor y gemel
e. ¿Tus asp
"La literatura, el diseño...
ueno, pero raíces fuertes son más impor
rrió la espina dorsal
que cortó el aire. "Ser agradecido, leal
"Mi amor, no la atormentes más con tus discursos" ("Amore, non tormentarla più con i tuoi discorsi"). Sonrió radiant
a: "Mi cielo, siempre tan pragmática"
a Ilein del brazo: "La cena está servi
elabros de plata. Cuadros antiguos y espejos reflejaban la luz de las velas como mil luces diminu
la junto a Joana y Marcelo frente a ella. Ilein se sentó al lado de Camila -su sonrisa le dio confianza. Pero
el mejor", dijo Vittorino. "Hab
r Moretti. Se
sirviendo vino tinto con aroma a frutas
articipó de vez en cuando -inteligente, ambicioso, con un lado oscuro que se
milia, la lealtad y el futuro!" ("Brindo per
rivalidades ocultas. Ilein pensó: Esto es un duelo disfrazado de cena. S
Ella intentó ignorarlo, pero la tensió
u postre favorito
do -dulce contraste que aliviaba la tensión, recordándo
mpañó: "No le des demasiada importancia a ellos. Parecen aterradores, pero en manos de mam
Ti aspettiamo sotto"),
asgos, aroma a jazmín. Se lavó las manos con agua fría, retocó el ma
cruzados, luz tenue que resaltaba sus rasgos. No estaba frente a la puerta, pero era
, preguntó él, voz intentando
do ser casual -corazón latía a todo lo qu
ntre ellos se reducía peligrosamente. "Es una locura, ¿verdad? Toda esta gen
abrumad
" ("Ti abituerai. O no"). Pausó: "¿Qué te par
decir... es
e è un modo per dirlo"). Se acercó más -ella sentía el calor de su cuerpo, una cor
uy am
o leer sus pensamientos: "No te conf
n. La tensión crecía como una cuerda a punto de rompers
s rostros estaban a pocos centímetros -respiraciones calientes y entrecortadas se mezcl
adare a me stessa"), dijo el
a vedere"). Levantó una mano y rozó su mejilla con suavidad -dedos que querían marc
gas esto más difícil" ("Non rendere le cose
facendo niente"), dijo él, sin alej
había estado oculta bajo capas de frialdad. Ilein se quedó helada por un instante -luego, sin saber por qué, cerró