El secreto de la loba blanca: Rechazada por el Alfa
o en
e Vista
or era s
un brillo cálido, pero la atmósfera e
ba irme ahora, en medio de la celebración, Darío me detendría físicamente. E
ue me
e la mesa, el lugar reservado para l
a, a la derecha de mi padr
con la voz espesa como jarabe-. Dijeron que no habían visto u
lete de lotería ganador-. Una Alfa hembra en el linaje Darkt
ro de Caín-. La transformación... el poder... le
urmuró Caín. Cortó un trozo de
olvió el
unca me habí
do los ojos con fingida sorpresa-. No te vi
e quedó e
. Corté el bistec poco hecho en mi plato.
cabeza-. Caín estaba tan preocupado por mí que simp
e suponía que era un coman
a quemada y perfume bara
ar la vista-. ¿Por qué estaría enojada
ervino, con
que la familia es lo primero. Y E
ose la boca de pan-. Vera est
río. Lueg
, cuando Eris ejercía dominio, yo me estremecí
da -repetí-. Es
reguntó Caín-. ¿Q
entiendo mi pos
ó atravesar a Caín.
un trozo de pastel de carne -el ladrillo seco y reco
No podemos dejar que la gente
a para e
la
nte, Er
garganta. Su cara se tor
uedo... -se
ltó, tirando la
dome con un dedo tembloroso-. Su o
ío, golpeando la
de Caín-. ¡Está haciendo algo! ¡Su hedor de
n calmantes. Neutrales. No
importaba aquí. So
on la cara roja-. ¡Basta! ¡Lo que s
ada -dije con calma,
lló mi madre-. ¡Llamen al méd
Darío gritó órdenes. Caín levantó a Eris en
a mí hacia el ala médica, Caín m
ó-, haré que te arrepi
o. El comedor que
omida a medio comer y la
Vespa, con tono seco. *Eso fue un efe
dosis d
fa, Vera. Ni siquiera puede transformarse. Se está inyectando para imi
donde se había senta
u poder, su aura, su fr
aído en la trampa,
pie. No rec
Tenía que empacar. Y esta v