El engaño más cruel de la familia perversa
o en el aire, un marcado contraste con el per
las sábanas blancas un consuelo
la noche anterior, pero era el dolor sordo
samente ileso, vibró
é, mis de
ro desc
pero algo me obl
era rasposa, a
ail? ¿
rofunda y
Gabriel
gnate tecnológico multimillona
e daba vueltas. ¿Po
va a sonar loco, per
ra urgen
i vientre, un in
asa con
ó en mis huesos. ¿Carl
... es mí
con fuerza física, robándo
cia... estabas tan alterada, tan ebria. Pensaste que
do se
El bebé de
Gabr
champán y lágrimas, un intento desesperado de
enida, una fugaz sensación de
do tan segura d
beza, aunque nadie podía ver-.
ndo, Abigail. Sé todo lo que te han hecho pasar. Sé sobre los abortos, sobre Hailey, sobre Carlos. Solo... querí
ogado escapó
tro
e Ca
staría manchado
frágil pero insistente,
la que había luchado tanto para
Gab
las palabras sabiendo a ceniza-. No podía sop
as pérdidas, tod
co que había ll
se sentía rea
vor, Abigail. No lo hagas. Nos iremos a Europa, lejos de todo esto. T
vio me invadió, lágrimas cali
estaba
deramente amado, por alg
tada-. Sí, Gabriel. Lo dejaré
, dejándome en un
de la desesperación, sino de una
a luchar, un nuevo
uevo a
br
i b