icon 0
icon Recargar
rightIcon
icon Historia
rightIcon
icon Salir
rightIcon
icon Instalar APP
rightIcon

Siete años, una familia secreta

Capítulo 4 

Palabras:1422    |    Actualizado en: 11/12/2025

vista d

vitados de Sofía, mirando al techo, con cada terminación nerviosa crispada. El silencio era inquietante, co

reglando meticulosamente un plato de hot cakes. Llevaba el pelo recogido en un moño suelto, y vestía una c

nte, casi demasiado brillante. "¡Bu

e vomitar. Parecía casi... inocente. Como una ama de casa recatada. Pero yo cono

diamantes que Alejandro me había regalado por nuestro quinto aniversario. Me lo había puesto alrededor del cuello

ilar para mi madre, una versión más pequeña. Se había negado, diciendo que era "demasi

mis entrañas. Me sentí como una tonta. Una tonta ingenua y confiada. ¿Cuántos más lo sabían? ¿Cuántos de los colegas de

confianza. Si Alejandro quería tanto un hijo, podría habérmelo dicho. Podríamos haber adoptado. Podríamos haber explorado otras o

de Brenda, la forma en que había acunado al niño, ardía como una marca. Quería

niforme todavía impecable a pesar de los acontecimientos de la noche anterior. Inte

Ya te levantaste. ¿Cómo te sientes?". Su voz estaba carg

ila. "Solo me pregunto qué está pasando exactamente aquí".

enda y Javier, son solo... parientes lejanos. Ella ha tenido algunos problemas, y yo

"¿Obligaciones familiares? ¿Así es como lo llamas, Alejandro? ¿Un niño de se

Aquí no. Esto no es lo que parece". Dio

ce? ¿Qué parece, Alejandro? ¡Porque desde donde yo estoy

Y después de lo que pasó en Afganistán... pensé... pensé que no podías. Nunca quise hacerte daño. Solo quería asegurar el apellido de la

Este era el hombre que todos creían tan devoto a mí, tan locamente enamorado

tró corriendo a la cocina, con la cara roja y surcada de lágrimas. "¡P

u labio inferior temblando. Alejandro se arrodilló, atrayendo al niño hacia un fuerte abrazo, s

, salió de la cocina, lanz

lia. Es solo un niño. No entiende". Incluso se secó los ojos con un pañuelo. Luego, miró a Alejand

rededor de Brenda, atrayéndola más cerca. "Está bien, Bren. Estoy aquí". Incluso le secó una lágri

Sentí que no podía respirar. Mi esposo perfecto, consolando a su

podía soportar mirarlo, a ellos, ni un momento

rando la puerta de un portazo con todas mis fuerzas. Busqué a

nmediato. "¡Emilia! ¡Abre la puerta! ¡Déjame explicarte! ¡Los envia

madera era bienvenido contra mi piel ardiente. ¿Enviarlos lejos? Simplemente

rta. La hermosa y elegante caligrafía de Alejandro.

y doloroso. Amor. Hablaba de amor, mientras sus m

isible a través de los árboles. Una luz estaba encendida en el dormitorio princ

voz de una mujer, baja y ronca. Brenda. Y luego la voz de Alejandro, distintiva. "Sabes qu

on. Tropecé hacia atrás, tapándome la boca para ahogar un grito. Un medio

Mi cuerpo se convulsionó, expulsando todo, tratando

nía los ojos inyectados en sangre, el pelo revuelto. Parecía una extraña. Pero en ese mo

ría y dura reemplazó la agonía. Yo no era un medio para un fin. Yo era

púrpura. Un nuevo día. Un nuevo comienzo. No me acobardaría. No suplicarí

Obtenga su bonus en la App

Abrir