Votos Rotos, el Espíritu Inquebrantable Surge
ista de El
abogada de nuevo, confirmando el procesamiento inmediato de los pap
n un ojo clínico y desapegado. Chucherías sentimentales, ropa que ya no le quedaba a la mujer en la que me estaba convirtiendo, regalos de Damián que se sentían contaminados, todo fue a cajas de donación o a la basura.
hice una última llamada a Damián. Necesitaba informarle que la casa estaba ahora oficialmente
lisa?", escupió, su to
me he mudado", respondí, mi voz fi
az, patética vieja!". Maldijo, una sarta de vulgaridades, y luego colgó abruptamente. Un momento después, mi teléfono vibró con la
n oscuro. Lo recogí, una sonrisa irónica, casi cínica, tocando mis labios. El diagnóstico era inequívoco: una ETS persistente y agresiva
io por última vez, una profunda sensación de finalidad me invadió. No solo estaba dejando una casa; estaba dejando una vi
papeles del divorcio. Sus llamadas telefónicas comenzaron de inmedi
¡Esto es una especie de broma retorcida, ¿no es así?
ta de cualquier residuo emocional. "Es un divorcio. Tú l
r tonto! ¡Lo despediré! ¡Romperé con él! ¡Solo vuelve a casa, por favor!". Estaba arrastrándose, una visión q
drio antes. Era una pequeña línea roja, un eco débil de las profundas laceraciones que sus traiciones habían
e releas el informe médico en tu almohada. Y no
y solícita de Kai. "Bebé, ¿qué pasa? ¿Estás bien?". Era enfermiz
de mi matrimonio. Él todavía no podía entenderlo. Realmente creía que eventualmente regresaría, arrastrándome de
ás lento de lo que quería, cada día una prueba para m
nte agotadora con Kai, Damián finalmente regresó a casa, exhausto. Arrojó su bolso sobre la
el documento, su rostro se drenó de color. Las palabras, clínicas y crudas,