Desde la Ruina: El Resurgimiento del Fotógrafo
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mente enamorada de mi prometido, Conrad. Pero
ira. Él era un agente del Cisen, y mi
oques, que borró mi talento para el diseño arquitectónico,
desconocido y las últimas palabras de mi padre. Reconstruí mi
leno de un falso arrepentimiento,
ré con un gato que una vez me mordió. "Te perdon
poso falso, defendió mi honor dándo
losionó debido a un escándalo que in
o tomé un cuaderno de dibujo. Milagrosamente, las líneas fluyeron. Mi do
ítu
quedó flotando en el
o vi al otro lado del abarrotado vestíbulo del edificio federal, un homb
e un pasado que había luchad
cercado a Corey. "No deberías dejar que tu esposa ande sola por un luga
sonreído. "Oh, no está perdida.
un gesto casual, casi de hermanos, p
cosita tan bonita como ella...". Su mirada
z. Los asuntos legales de mi padre. Era
ave y familiar, que atraves
lis
mo una piedra en un estanque qui
edé h
ivamente. Él también lo sintió, es
El traje caro no hacía nada para suavizar la línea dura de su mandíbula. Sus ojos, los mis
paso ad
eres tú?". Su voz e
la de Corey. No qu
Sin emociones. Era una habil
zquierda, luego a Corey. No pasó por alto la intimidad casual. Co
an muy abiertos, sorprendidos. La pregunta s
egal. Se sentía pesado.
talles. No le de
en su mejilla. "¿Asuntos
ilencio se alargó,
mi bolsillo. La seña
me". Asentí h
camino. "Espera. ¿Podemo
ó, como si lo hubiera pensado m
plicas no signifi
oz fue un susurro, pero llevaba t
loqueó de nuevo, su cu
tanto tiempo". Su mirada me recorrió, una mezcla de preocupación y algo
to no borraba lo
y directa. "Estoy bien,
su mano izquierda. Brillaba, un crudo r
taba casado. Y estaba tratando de
ora, si me disculpas, mi
io de lleno en el pecho. Su rostro perdió todo color.
u voz fue ape
so adelante, su expresión du
sotros. Abrió la boca, luego la cerró
i
de dolor, sentir la punzada de su sorpresa. Quería que s
me de nuevo alrededor de mi cintura. No dijo una
nca, nos siguió. "El
iré
luz del sol me golpeó l
to en la acera, como si lo hubiera pla
ver a Conrad. Estaba de pie junto a las puertas de
d", susurré,
slizó en el asiento del co
en el espejo retrovisor. Todavía de pi
era por completo. Que se desvaneciera
e no lo haría