Él odió el amor que olvidé
daban vueltas a mi alrededor. No podía darles sentido. ¿Por qué Maximiliano
te se sentía en blanco, igual que el yeso. Sin not
. Las cámaras se acercaron. Sus
iete años. ¿Y todavía no puedes cuidar
strozó mi vida. El de la sonrisa cruel.
iano se ensombreció.
a él. Su mano en su pecho. Una mirada de
tarlo. Su memoria es... frágil". Le dio una p
ámaras. Su rostro se suavizó
lente. "Quiero decir, realmente pensábamos que le estaba yendo bi
sacudiendo la ca
terminaría así. Tan
, su voz llena de emoción. "Se culpaba a sí mismo. Pensó que no era lo
ra hacer las paces. Para darle una segunda oportunidad". Bárbara c
equipo murmuraron p
rró alguien. "Qué hi
oces. Sus rostros. Era demasiad
alejarme. Volver a mi hab
isparó. Me agarró la muñeca
ojos eran fríos. "Ahora eres la estrel
burló. "Hace siete años, tenía
la silla. Con fuerza.
rabar!", le es
mo. Las cámaras giraron. Lo
, preguntó Marcos. "¿Mostrar a los espectadores sus
un gesto despec
. No tiene nada que ocultar. Nad
aron mi sofá raído. Mis cortinas descol
a en un tendedero para s
de sopa a medio
colcha remendada en u
aglomerarse. Atraídos por el alb
ado, se abrió paso hasta el
. "Solía ser tan bonita. Se creía demasiado
¡Pinche interesada y ofrecida! Cre
Maximiliano, prácticamente en el altar. Lo dejó con el
no tiene nada. Se le fue el cerebro. Se queda mirando al vacío todo el día. Si su