Abandonada en el altar, me casé con un falso lisiado
l, enclavada en medio de un bosque denso a las afueras de la ciudad. No había jardi
rvientes alineados para recibir
as la rampa descendía-. Solo Alfred y el pe
paredes grises, arte abstracto que parecía más manchas de sangre que pintura. Scarlett se sintió pequeña
reposabrazos de su silla, sonó. El n
tivando el altavoz
e Marcus Sterling, burlona y confiada, llenó el vestíbulo
congeló. ¿
ett a los ojos, su
uí, Marcus. Perd
lado de la línea. Un so
stá ahí?
que apostaste sobre su huida -dij
sangre le subía a las
pió ella, acercándose al teléfo
Marcus antes de c
no, sin mostrar ni una
char sobre la deuda -dijo él encogiéndo
-dijo Scarlett, lev
par
piso. Ethan la guió hacia el ascensor y luego po
n inmensa, dominada por una cama k
aquí -di
iró alrede
bién
esa de Scarlett, Ethan
as de accesibilidad completos y el protocolo de seguridad biométrica que necesito. Las otras habitaciones
dea de compartirla con este hombre, este ext
mos juntos? -pregun
a corta. Giró su si
e? -Su voz goteaba sarcasmo-. Mi cuerpo no funciona de
sintiéndose culpable por sospechar.
-murmuró-.
ne espías. Si duermes en el sofá, sabrán que esto es una far
ptando la lógica reto
esvió la mirada, queriendo darle privacidad, pe
a de una manera impresionante. Con un gruñido de esfuerzo y un movimiento fluido y poderoso de su torso superior,
e, contrastando con la inmovilidad de sus piernas.
ontraron con los de ella, y por un segundo, Scarlett creyó ver un brillo extraño
Ethan, rompiendo el contacto vi
o, cerrando la puerta y apoyándose contra ella