El juego de amor más cruel de mi guardián
ista de Al
e. Mi mente luchaba por procesar el veneno inesperado, la hostilidad cruda enmascarada por su anterior
cruzados, una sonrisa de suficienc
es tontos cambiarían algo? -se burló, su voz g
s, las uñas clavándose en mis palmas. La humillación, la injusticia, amenazaban con abrum
-repliqué, mi voz temblando lig
escalofriante y condescendiente en sus ojos. Se in
e te has convertido, cómo necesitaba alejarte para que finalmente "maduraras". -
sus mensajes, un brillo triunfante en sus ojos. No quería ver, pero no podía apartar la mirada. La pantalla brillaba con una conversación, un flujo de textos e
o solo días después de mi llamada llorosa y bo
ta farsa nuestra, Cris, está funcionando. F
ner unido mi corazón roto. El mundo giraba, pintando el rostro engreído de Cris en colores grotescos y arremolinados. No era solo indiferencia;
tal, rasgó los últimos v
a niña que necesita encontrar su propio camino. Eres
ificado, no por amor, sino por una estrategia insensible para deshacerse de mí. La había usado a ella, nos había usado a nosotros, para alejarme. El dol
suavizó su voz, sus ojos l
culizando su felicidad. Necesitas dejarlo ir. Ve a buscar tu propia vida, lejos de aquí.
Solo pude asentir, un acuerdo silencioso y hueco.
u sonrisa era fácil, su conversación atractiva. Levantó la vista cuando me
tes mejor? Te ve
acababa de darme? ¿O era esta otra capa de su elaborado engaño? Mi mente corría, tratando de descifrar sus intenciones. ¿Estaba trat
alabras se atascaron en mi garganta. ¿Cuál era el punto? Su mundo cuidadosamente construido
icardo. Solo u
de Ricardo, un testimonio austero e innegable del triunfo de Cris. Era una bofetada, una humillación pública y u
adiante, sus
orable? -arrulló, su mirada recorriéndome con una inocencia calculada-. Me sen
do su café, sim
e Cris es importante.
ida fresca. Apoyaba su visión, su felicidad, su vida.
ión fría y dura. Encontré la mirada de Cris, un
oz firme, casi conversacional-. Muy... aud
esa en sus ojos. Ricardo, sin embargo, asintió,
nte estás aprendiend
trajo calor. Me estremecí, apartando mi mano casi imperceptiblemente, co
e, mi voz aún ligera-
gida, dejándolos en su
un ceño perple
-comentó, un toque de
ombros, una leve sonris
ndo. Justo c
entes finalmente escapando, empapando la lujosa alfombra. Mi pecho se agitaba con sollozos silenciosos, cada uno un testimonio de la profunda trai
a, he recibido noticias del Tec. Tu solicitud parece muy prometedora. Les gustaría programar una entrevista la p
surraba con reverencia en los círculos académicos. Un brillante y enigmático estudiante de doctorado, reconocido por su trabajo innovador en física te
a, con aspecto serio e intenso, sus ojos oscuros penetrantes. No pude evit
su mano. Mi teléfono, que todavía mostraba la foto del Dr. Garza, se deslizó bajo mi almohada e
suave-. La infusión especial de Cris. Ayuda con el
n especial" de Cris. Probablemente estaba mezcla
mé el vaso, el líquido tibio contra mis
rvó, sus ojos entrecerrándose lig
rada, agarr
entregar pronto. -Intenté sonar casual, indiferente, pero la
ada fija en la almohada donde
aguda, cortando la delgada capa de mi calma. La pre