El Contrato
-pudo escuchar a su entrenador de arma
ra lo primero, pero no era tan frívola y sangrienta con otros asesinos, ella tenía un corazón; que n
no escuchar respuesta, la despidió. -Mi Consejo es que salgas
s que no era una tonta, al verla pudo notar la arrogancia que emanaba de sus ojos; sorprendiéndole que veía en ellos. Su cuerpo dejó de temblar mientras caminaba
llo por primera vez, comenzando hacer una asesina en proceso; los años fueron pasando de uno tras otro,
ie que se encargará de ella. Tenía un tío, pero no podía molestarlo ya que tenía tres hijos varones muchas boca
a herida del hombro derecho, levanto su mano para proteger su rostro, pero no contó que la
mujer - el chico estaba segado por la ira y la excit
encima, se levantó y se pudo en guarda para lanzar el siguiente golpe. Una vez levantado sonrió de manera siniestra, Azul tenía una ventaja qu
lla el chico cayó arrodilla y ella aprovechó para lanzarle un golpe en la mejilla dejándolo noqueado por co
dominará creando así el mayor asesino sangriento, pero cuando estaba en sus cinco
ocía. Ella paso de ellos camino por el pasil
irando, se levantó caminando a la enfermería. Aún que una pregunta le molestaba ¿¡Quién era Liza!? Tal vez, estaba relacion
la hablará, pero aun así no lo lograba. Dulce, era una chica muy bonita con una sonri
ue sentía en su cuerpo. Comenzó a curar sus heridas y a sacar los vidrios incrustado en su hombre
arriba abajo. Algo la perturba no sabía que era, una vez fuera de la enfermería decidió caminar p
labio estaba roto. Venía acompañado de un chico que no le prestó atención. -Solo quería disculparme por lo que hic
io media vuelta para continuar su camino
unos ojos verde gateados, de cabello ruido claro y su agarre en su brazo era firme. -D
- el tal Hunter, miro confundido a su amigo. -E
gro y más peligro, es un chico que no le gustaba que le llevaran la contraria, la arrogancia era parte de su personalidad. Hunter, miro a Azul
quisita, se vieron envuelto en una burbuja de atracción el uno por el otro. Algo que Azul no se permitía era los emociones a
endo el interés de Hunter. Azul simplemente seguí a su habitación;
nas des
estaban subiendo de nivel para Azul, ya no sólo era rescate sino de guardaespaldas hasta de matar. Pero aún las cumplía no altas expectativ
a en la chica de ojos azules. La puerta se abri
lor de su rostro al ver que su mujer entraba a la oficina, paloteando del nom
aba a su lado muy sonriente, aun podía escuchar su palabra, podía ver que en su vientre había un bebé de unos 5 m
ía contra su madre se hizo más fuerte. La mujer se quedó callada al sentir u
miraba a su hija tristeza y horror su cuerpo comenzó a temblar, las lág
de la Oficina como siempre lo así si
favor. - le rogaba en llanto la mujer.
con todo el rencor que sentía en
ZU