Pecador.
tiá
hacia mi habitación y camino en puntillas una vez que estoy adentro,
surra Billie ac
o? – le pregunto
Me toco mentir por ti y decir que es
s y suelto un bufido – creo que a estas alturas y
con las jodidas monjas! – dice muy bajito, pe
e más pod
dejar eso asi, no te me
jaras de comportarte
mientras yo saco un clip metálico plateado y comienzo
el hombre. Creo que Billie va a quedarse afuera, pero él siempre me ha acompañado en cada
ubro la cámara de seguridad que está
– Billie no deja de hacer pre
alcaide, que es demasiado estúpido como para poner una contraseña que no sea su fecha d
necesitas
añana, encontré mi
qué h
diez mil dólares – me burlo – es una novicia estúpida
n la cabeza – ¿
ta que he conocido en toda mi puta vida, está convencida de que necesito s
oria? – me
necesito salir antes, por lo que ella cree, si hago se
dad lograste que
iero, tengo a esa chica comiendo de la palma de mi mano – me burlo – deberías ha
en las manos equivoca
lacer como nunca en su vida, eso te lo puedo asegurar – le guiño un
espués de todo vas a enseñarle lo bien
gaveta del escritorio del alcaide y le pongo un sello a mi permiso – está p
una palmada en la espalda desnuda
a nuestro dormitorio y nos acostamos enseguida. Yo sonrío orgulloso y entonce
mono negro, encima uso la única chaqueta que tengo aquí en el reclusorio, que es u
rasera del patio, corro hasta llegar a donde está Annab
uerta, Annabelle me recibe y me deja entrar, yo la veo fijamente y me doy cu
s – dice con
igo sin darle mucha
e frunce
la madre superiora, espero
a película de terror, no se porque, pero siempre me ha parecido que este tipo de sitios religiosos tienen una histor
– me indica
ta y la madre superi
ala y yo intento fingir una sonrisa – él está dispuesto a
autorización? – pregun
ritorio, ella se pone los anteojos y le
ca una fotocopia y firma amba
– ella se pone en pi
, Annabelle me mira de mala gana y la madre supiera me ve con desdén
ezar, pero les doy mi b
s de la oficina de la
iez minutos, lo que nos da tiempo de
jada – yo no voy a
ento
s en m
tro – ¿Tú estás en una cárcel
ue es tan obvia, no tengo que tocarla para saber que probablemente se ha mojado con un simple agarre de manos, es estúpida, de
levanta una ceja y seña
Si
ue eso sea
subirte a un auto
edas causar un accidente, nunc
edosa, Annabelle, sú
do! – ella rueda los ojos, pero al f
maldita iglesia? – lo
es asi vo
eas tirarte del auto? – suelto una
los hombros – vamos, el padre Tito nos es
urón de segurid
dos – esto no tiene cin
su pecho que se resalta aun sobre el ropón que tiene puesto, el otro brazo lo pongo en el espaldar de su asiento, de modo qu
o caliente, sus ojos asustados y miedosos me han empalmado., gracias al cielo que ella está demasiado conce
ra la boca – quiero decir que si, necesito que me
rque prácticament
ques asi, ¡Bastián! ¿Qué
rte el maldito habito y follarte en el auto, o contra la
os ojos bien abiertos, parece un tomate de
o si quieres no es una broma – a
ces me quito la chaqueta de cuero y la pongo en mi regazo, lo que menos quiero
canción de rap comienza a sonar, yo tarareo mientras co
– ella alarga la man
ramente obsceno – suelto una ris
e en la carr
a iglesia más bien pequeña y oscura, la pintura se está cayendo y
e tenemos que hacer aquí? Es
ión – dice y entonc
do, p
on el cura, en realidad a mi no me interesa conocerlo, asi que
e acerca como un
sto
paredes y pintemos – me explica – el material de tra
regunto mientras el cu
l día, ¿O sí? – se burla – él volverá en l
cir que vamos a
o si hasta este momento no se hubiera dado cuenta de l
Bi
e caiga en mis caderas, me quito la camisilla qu
do Bastián? – me p
me cómodo