El Pecado de Amarte
dría ser provocado por él. Respiró hondo y usó todas sus fuerzas. Cuando estaba a punto de sacar suerte, ella se dio la vu
rente a él. No importaba lo que él le diera, ella tenía que guardar silencio. Estaba
se puso rojo. El dolor y la ira lo abrumaron. Apretó los puños y l
ó mucho los labios superior e inferior, la herida todavía era un poco dolorosa. Miró a la mujer sentada al otro lado de la cama. Su ropa estaba despeinada, su cabell
hombros. Después de un momento de silencio, ella levantó lentamente la cabeza.
grandes ojos, Tabitha frunció los labios y miró a Boris. Sus largas pestañas tembl
los dientes y las garras frente a una niña tan inocente. Se limpió la sangre que quedaba en la
tar retroceder, pero él todavía le pellizcó la barbilla. Mir
. Su cara angular ya estaba llena de frialdad. Sus delgados labios se abrieron ligeramente, exudando una dignidad irresistible. La barbilla de Tabitha esta
tan deprimente que casi se asfixia. Ahora finalmente podía respirar ruidosamente. Ella sabía que Boris siempre había sido un hombre de palabra. Si ella lo ofendió esta v
a toalla de baño. Aunque no era la primera vez que Tabit
mi pijama". Boris miró a Ta
en sus pensamientos. Ella inclinó la cabe
itar soltar un rugido. Frunc
. No esperaba ver su pecho y músculos abdominales tan pront
mi pijama ". Boris la instó en voz
tó de la cama y corrió hacia la puerta. A toda prisa, sus rodillas chocaron contra la esquina de la mesa, causándole
tomó su pijama y se los puso. Aunque ya eran una pareja, en lo profu
tra cama de boda? ¿Qué haces en casa?" Boris no se olvidó de regañarla por lo que Carol le había hecho. Aunque parecía di
idiota sabría que Carol amaba a Boris. Aunque ella era la esposa de Boris, no quería competir con
caminó directamente hacia ella y se acercó a ella paso a paso. Al mirar su expresión,
ada cintura. Tragando su saliva, Tabitha bajó
habitación de invitados por una vez ". Boris se acercó lentamente a su oído. Sus orejas estaban rojas y todo su cuerpo par