Tras la Pista del Ángel
estigadores su trabajo. Los suaves sollozos de una pequeña niña acababan con el silencio,
ntentos de los encargados del orfanato, no pudieron hallarla y llevarla de vuelta, la luz de las linternas o de velas no atravesaba la negrura de la h
? —preguntó uno de los hombres, en
… —susu
as mi voz, estoy cerca, no te pasará nada —la
dónde está —Los hombres detuvieron su avance al
lamarte Eve?—
S
? ¿Por qué
iñas corrieron, yo traté de hacer lo mismo, pero ellos me llevaron hacia el hoyo —sollozó—. Me dejaron al otro lado, y no pude volve
podían ser muy crueles, no obstante, eso
toda esta oscuridad tiene una explicación, ¿
—sus
, tus poderes debieron manifestarse y tu miedo ha creado toda esta oscuridad, si te r
inte
se apartando la oscuridad, hasta que pasó. La luz volvió tan rápido que los cegó por unos instantes, y la vieron, a la pequeña de cabellos rubios
e, Ev, ahor
e se encargó de explicarle a la pequeña cómo funcionaba su equipo y que si aceptaba ir con ellos, le enseñarían cómo manejar su poder y tendría una ca
directivos del orfanato y varios niños esperaban. Un grupo de tres niñas corrieron hacia Evelyn
ctor se acercó a estrechar la mano de Hyle y
ojan sus cosas —Lo frenó y
isc
iradas esperanzadas de las niñas se fijaron en él, todas sonri
edes
ntó, pero con nosotros estarán mejor, le daremos los cuidados nece
es —le cortó Hyle antes de que el gordo hombre
n llevárselas y los bufidos amenazadores de Hyle para agilizar los procesos. Una vez en
to, Patrick? —preguntó uno
cuidará, incluso a Evelyn c
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n, llevando la luz hacia el centro de la habitación, Evelyn trató de mantener la luz en ese único punto pero la magnitud de su poder terminó por agotarla y acabar co
practicar de forma maravillosa con sus poderes avivaba su desanimo. Llevaba ya seis meses en el campo d
rmal era que los poderes se desarrollasen en la adolescencia, un caso como el de ella ya era bastante extraño, ¿pero
egre. El chico volteó hacia ella, la
espondió c
dedicó a analizarlo. Ella frunció el ceño al verlo usar guantes; no parecían guantes normales, estos eran azul ma
ntestó con sarcasmo, c
omentó con inocencia, a lo que
lmarse al notar como la luz del bombillo tras de ellos empezaba a titilar. Su poder era a
señas a Raziel y ella bufó por lo bajo. El niño se acercó, sonriente como si nada hubiese ocurrido, cosa que la molestó aún más. ¡Era mejor que ella fingiendo!—. Él es Raziel, es nue
ió su camino sin mirar
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Larsson y la sala se llenó de aplausos para recibir
nrisa brilló en todo momento. Raziel se esforzaba en ser el mejor para recibir el reconocimiento del resto, todo lo contrario a Evelyn, quien si bien se esforzaba en mejorar cada día más sus habilidades,
ueta con orgullo, volteó hacia ella dedicándole una sonri
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se luego del viaje. Su mirada fue directo a su familia, quienes la espera
e? —preguntó su p
mpo —respondió sonriendo—.
diremos en la casa —dijo su madre, pero desde a
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esde que le dijeron que Raziel había desparecido, y a pesar de que luchaba para mantenerse
s de criminales durante esos dos años de servicio, algunos de los cuales escaparon. Las pe
a y sus plegarias fueron escuchadas,