El Romance Ciego
o después de recibir su tarjeta de habitación, una oleada de náuseas la inundó y se encontr
nte en la habitación 212. Con ojos nublados e inyecta
a habitac
erradura. Sin embargo, cuando su otra mano agarró la mani
tarjeta en la mano. Era una lujosa suite preside
l espejo solo para arrugar la nariz ante una visión tan borracha. Con sus ojos
e su vestido, dejando que la su
querer nada más que deshacerse del he
ha. La tarjeta de la habitación de cristal estaba inmóvil
saboreando el fresco y fresco olor. El calor había hecho maravillas en su cuerpo. Abrió todos sus poros, suavizando su
aves. Era obvio que ella era una belleza. De hecho, en este punto, podía hacer que cualquier
tado tan abso
nada sucediendo
ensado que Wendy Xiao todavía estaría bebiendo con sus amigos en el bar. Sin embargo, para su sorpresa, solo se encontró
oda la prisa y el pánico solo por llegar allí
é debería hacer a continuación. Recordando la habitación que había reservado en
e, no se dio cuenta
día de trabajo, todo lo que quería era colapsar en su cama
acostó en la cálida y cómoda cama. La gruesa colcha se envolvió alrededor de su cuerpo, como dándole la bienvenida a casa. Se relajó bajo las sá
por la mañana, continuaría su búsqueda de Wendy Xiao,
a, incluida la cabeza. Desde lejos, nadie podía ver
s, ya se había
nacido. Siendo una fanática del orden, siempre prefirió dormir desnu
masiado, se ace
Bostezando, podía sentir que todo su cuerpo amenazaba con colapsar. En este moment
los cojines ya se habían hundido del otro lado de la cama. Sin embargo, apenas se notab
invadió y rápidamente se
abía imaginado. Era tan suave y terso que una par
to, se encontró a la deriva en la oscurid
a de que había algo diferente
lado de la cama. Se dio la vuelta en sueños y s
que se acercaba y envolvió su brazo alrededor de él como si fuera una especie de almohada.
a estado buscando, estaba acostada a su lado con los ojos cerrados. Como un h
la respi
na y otra vez, preguntándose si todo esto ha
al que se había apoderado de ella mientras dormía. Con un pequeño suspiro, le dio la espalda
xtendió la mano y se apretó contra e
con sus largas pestañas y sus labios pequeños. Su rostro todavía estaba un
bsesionado en
ntero se hubiera detenido ante él cuando se encontró ca
ente lo había bendecid
er lugar. Él se inclinó y la besó completamente en los labios. Tan pronto co
ñas bailaron por la cálida sensación mientras todo su
equeño ser debajo de él que
beso. La salpicó con besos por todos los lóbulos de