Adam... El heredero de la dimensión
allí, en la ma
ismo poderío, que su d
mí, el día que descubriera que estaba usando a s
allí, eran igua
ada. Cada paso que daba sentía que era analizado cuidadosamente... Tal vez solo fuera cos
entró en el salón, abrazado de April, me te
aquel traje de ejecut
s hombres. Era un hombre exquisito a la vista. Y con un complemento azul en sus ojos, que me convertían en mi propia enemiga, solo por la locura que me representaba la posibilidad de perderme en esos ojos. Por no hablar de su mandíbula cua
tes afilados y blancos que mordían ligeramente sus carnosos labios debajo de una nar
el chaval. Sabía que tenía Eva
cas que tenía con su padre por esas conductas posesivas con Amaia Douglas.
Allí sería la cena de nochevieja y ya todos m
había hecho muy buena
a a trabajar para el, cosa que aún no le habían comentado. Eran par de romá
. Sin embargo, en el fondo, yo no quería llegar tan lejos, porque sabía que ese hombre podía ser un torrente de ilusiones en mi vida y no me sentí
la maldita información que Riley me exigía, recuperar a mi hermanito y salir pitando
un mafioso que solo se mueve por una absurda motivac
sentía por mi hermano, el hombre en cuestión, fijó su azul e intensa mirada e
s - me decía al oído la hermosa Victoria, sin saber
o demás son ilusiones tuyas. Tu primo tiene de sobra con quién divertirse como para qu
mo un lince, sin perder contacto visual conmigo. Era d
que ho
í. Se veía molesto y con ambas piernas abiertas en postura medio agresiva. Pero
izando físicamente conmigo - es Eiza, nuestra amiga y tu próxima directora de marketing- ella besó mi hombro. Yo le miré desde
o dejaba mi espalda al completo descubierta, mientras se adhería a mi cuerpo como segunda pie
Adam, soy Ei
quiera me devolvió la mano y su primo, le g
haya gente que no conozco dentro de de casa de mi familia
ó su parrafada y en ningún mome
ón, bajé mi mano y saqué el pecho, sin querer que su ate
ivos no iba a dejarme humillar por él - había una plaza libre y entregué mi
molestó v
de la suya. Se detuvo frente a mí, casi rozando nuestras bocas. No cedí. No me p
rcó el poquito espacio que pudo y dejándome sentir su aliento me dijo - no debiste aceptar esto nunca. Ahora, asúmeme - no podía dejarle s
r qué, el resto de los
abamos los labios a pesar de la diferenci
ión. Me va a t
siendo sincera al m
nductas intensas, para po
esperando este momento y aún así, me supo a mucho
solo quería , o creía que solo quería llevarme bien con las dos, pues eran un amor de mujeres. Nunca pensé que todo
s primos que faltaban, llegaron y ese fue el momento qu
l hermano de Vicki, sabía que se llamaba Maxim
azules, que seguía mirándome y deambulando sin probl
pletamente asombrada por lo pos
ahora, en mis pechos que se subieron por la postura que adopté - no soy nada tuyo.
confrontación. Estaban dentro de la casa en s
sus primas, que él, ignoró completamente. Pegó nuevamente su rost
lo otro, despreocúpate que no me interesas, solo no quiero que mi primito se meta en tu coño y me ponga a llorar a una
o con anterioridad, lo regañó y él me soltó, sopland
la rabia. Necesitaba hacer esto, por mi hermano; pero estaba má
e. Un desgraciado, engreído y malicioso. Un imbécil que se creía dios y al que yo
r lo de la maldita dimensión, a través de sus primas, inclu
soportaré nunca, por
s y hasta de los chicos
ido un error empezar esto acercándome a él, justo en un mento
no tenía el carácter suficiente como para aguantarlo.
a, de Vicki y April, cuando
casa, dispuesta a largarme
o primero que preguntaba ca
erré los ojos y me dejé caer de frente contra la puerta del coche, apoyando mis c
o se va a acostar conmigo y desde luego yo no quiero acostarme con él. Averiguaré lo de la puta herencia pero no hace falta que me lo tire - lo escuché reso
lpe al techo de mi coche. Haciendo que
el pequeño James, se quedó sin hablar con su hermanita e
o entendía su obsesión por
un tono intermitente, s
ratando de calmarme para irme de allí a pasar el res
palda desnuda me hi
aquillaje y me dispuse a darme la vuelta,
zos azules me atrajo hacia él, con una confi
a que dejar que me erizaran la piel, pues no tenía opción. Se sentía cálida y me hacía correr pura d
eso. Traté de empujarlo, pero me acercó más a él y el aroma de su perfume era embriagador. Mi pecho se apretó contra el suyo y ambos de
das ahora - su autorit
n los extraños? - le pregunté sedu
se agudizó mucho más, cuando bajó sus manos a mis nalgas y me acercó más a su duro cuerpo. Y mis pechos
relajado y usar el tuteo. Se sonrió y lucía hermoso mientras lo hacía. Este hombre podría volverme loca y eso
tanto que salté, pegándome más a él,.teniendo que poner mis manos en sus fuertes brazos - y voy
inada de ver, como era de preten
su vista por mi cuerpo y casi jadeo cuando lo v
á muy plasta porque dice que te eché - negué con mi ca
e sonaba todo lo qu
familia y yo solo una amiga
esto no esta
o. Ahora solo vestía su pantalón y una camisa negra que lo volvían mucho más sexy - no deberías estar aquí, pero
me obliga a hacer cosas que no quiero. Aceptar conduct
entre ver, que el había ganado un ju
é llorabas - dijo en mi oído, situandos
gusta que te toquen y que sin
de mis motivos en esta casa. Por supuesto después de la cena, porque la familia no dejaba que
personal para divertirse y decidieron, que nos quedaramos a dormir, en una parte de la propiedad, que estaba reservada solo para
o sabía cómo podían parecerse tanto esas dos personas, fueron especialmente cál
a razón
d con su nieto, que me ponía hasta nervios
atención de su mamá, era algo que me dió cierta envidia. Se
lí, tan rubia como el padre de April y s
e disfruté muchísimo, a pesar
odo de felicitación, con la gente joven y con las madres de mis amigas, ni siquiera co
para que me cambiara los zapatos que me estaban matando. A fin de cuentas, la idea era seguir festejando el año
ta el vestido. Ya pasada la cena y
a de piscina en la casa de Vicki, como recibimiento del año, ya que los padres saldrían dos días y
a mí, así er
ó y el muy fresco de Adam Douglas, se adentró, cerró la puerta y so
mi beso de a
cómo re
uí. Sería demasiado fácil, soltar el cojín y dejarlo
quiere nada conmigo y ahora esté aquí, deslizando su lasciva mirada p
to que casi parecía una suplica que
orma de observarme y cuando estuvo, lo
ero mi
bre me salía tan perfecto de los
amiliaridad. Era algo inevitab
e el cojín, abrirte las piernas y correr tu tanga para h
Se sentía demasiado. Él er
todo, era eso, just
o querer nada a q
bía cam
o de obtener una respuesta positiva de su parte. Y tratando de n
no fu
n, el se acercó mucho más y puso
uerpo y lo tentó a la vez, bajó y enrredó uno de ellos dentro de la parte superior de
or! - sentía qu
l asumiría eso como una muestra de
de mi tanga y rozaba la raja entre mis nalgas y su voz temblaba por momentos - quiero que decidas si de verdad quieres - se pegó tanto, que solté el co