La Segunda Oportunidad Dulce
pre y cuando no mueras
s, escuché el sonido
ó tanto, aunque fue lo suficientemente
brí los ojos con torpeza y me di cue
guía, lo que sí pude ver fue que encendió un cigar
r un hombr
s. No habló hasta que se percató de que yo estaba tan a
ara chantajear. Hubiera escogido a alguien que tuviera un
o y magnético, pero lo que dijo
icleta de montaña, así que la luz que vi hacía unos se
dosamente este accidente para chantajear a otros debido a mi aspe
ntraron con los míos y su s
me aferré a mis piernas con fuerza
mpensación, el hombre puso su mano con medio cigarrillo entre
saparecer por el camino, no pude aguant
do incluso si solo quería reírse de
añamente silenciosa, solo se podía escuc
ido de los frenos me hizo levantar la mirada, encontrándome
el camino y me preguntó casualmente: "¿No tiene miedo
ue lo único que pude hacer fue mirarlo
era de su bici, al fin pude ver su rostr
un atuendo deportivo y su cabello chorreaba sudor, lucía fuerte y atractivo. Además, su
a cuando vio que no le iba a pedir ni un solo centavo como c
al notar que mis pies estaban desc
nstintivamente, respondí en voz baja
tó y sacó un abrigo de su mochila pa
ias", ta
lerosidad, también me sentía incómoda ya que su abri
que ir al hosp
ra la razón por la que me sentía tan miserable en este mo
ga, murmuré: "Solo q
tió como si una afilada da
e seguía sien
ojos expresaban un tipo de emoción que yo no podía entender.
de montaña y sentí que esta tarea podría
staba pensando, porque se rio entre dientes
ción", luego de decirle a la otra persona n
los hombros y clavé los ojos en
compulsivo, pues sacó otro cigarr
la esté engañando?", pre
í de hombros y r
nada que